Inspirado en la luz del sol y respaldado por investigaciones científicas relacionadas con la luz ultravioleta UV-C de 222nm el estudio del innovador holandes Daan Roosegaarde presenta Urban Sun: una especie de sol urbano que limpia y protege los espacios públicos de virus.
Daan Roosegaarde y su equipo de diseñadores y expertos externos se propusieron la manera de utilizar el poder de la luz para combatir los virus y hacer frente a la actual situación de pandemia. A diferencia de la luz UV-C tradicional en el rango de los 254nm que es perjudicial para el ser humano, nuevas investigaciones demuestran cómo la luz UV-C lejana de 222nm puede acabar con los virus sin afectar a las personas. A partir de esta premisa se desarrolló el proyecto “Urban Sun”, en el que se hace brillar gran círculo de esta luz ultravioleta lejana en los espacios públicos para desinfectarlos y que sean seguros.
“Urban Sun pretende inspirar esperanza. Combate el impacto negativo del aislamiento social con el objetivo de mejorar las reuniones culturales, los eventos deportivos, las plazas públicas y los patios escolares”, señalan desde el Studio Roosegaarde.
La presentación inicial de Urban Sun tuvo lugar junto al monumento más emblemático de Rotterdamm, el Puente de Erasmo (Erasmusburg). El proyecto cuenta con el apoyo de investigadores y expertos de todo el mundo y se basa en trabajos científicos realizados por la Universidad de Columbia y la Universidad de Hiroshima, que ya publicamos en smartlighting.
Diseñando soluciones para hacer frente a problemas globales
Studio Roosegaarde lleva muchos años investigando el poder de la luz. El proyecto Urban Sun, autofinanciado, se inició en 2019 y la pandemia de COVID19 ha hecho que se precipitara su consecución.
Urban Sun conecta el diseño con la ciencia para ofrecer soluciones innovadoras que permitan crear espacios para que las personas se reúnan e intercambien de forma más segura y humana. Se puede exponer en cualquier tipo de espacio público y sirve de llamada de atención a gobiernos y socios para acelerar y ampliar las aplicaciones y tecnologías que permitan superar estas situaciones de pandemia.
La ciencia detrás de Urban Sun se basa en múltiples investigaciones científicas, publicadas en revistas de pares revisadas por expertos, cuyos autores son científicos de la Universidad de Columbia y de la Universidad de Hiroshima. La investigación demuestra que la luz ultravioleta específica (far-UVC) con una longitud de onda de 222 nm puede reducir la presencia de virus, incluidas varias cepas de coronavirus y de la gripe, hasta en un 99,9%. Aunque la luz UV tradicional de 254 nm es perjudicial, esta luz específica de 222 nm se considera segura tanto para las personas como para los animales.
“De repente, nuestro mundo está lleno de barreras de plástico y pegatinas de distancia, nuestra familia reducida a píxeles en una pantalla de ordenador. Seamos los arquitectos de nuestra nueva normalidad y creemos mejores lugares para reunirnos e interactuar”, declaró Daan Roosegaarde.
URBAN SUN ha sido creado por el equipo de Roosegaarde, junto con expertos externos y científicos de los Países Bajos, Estados Unidos, Japón e Italia. La fuente de luz ultravioleta lejana ha sido medida y calibrada por el Instituto Nacional de Metrología holandés VSL. URBAN SUN cumple las normas de seguridad de la Comisión Internacional de Protección contra la Radiación No Ionizante (ICNIRP).
“Las simulaciones virtuales indican un impacto positivo del Sol Urbano en la reducción de los coronavirus transmitidos por el aire en los espacios públicos”, explica Carlo D’Alesio, de MEG Science y profesor del Politécnico de Milán.
“Urban Sun es inspirador. Hará más seguro el disfrute de los espacios públicos y estoy deseando visitar los lugares donde brilla este sol ultravioleta”, declaró el Profesor Karl Linden, galardonado innovador en tecnologías UV y miembro fundador de la Asociación Internacional de Ultravioleta (IUVA).
Créditos de imágenes: Daan Roosegaarde