Una autopista holandesa acaba de instaurar un sistema de iluminación autónoma, mediante la utilización de una pintura especial que se recarga con el sol y señaliza las vías. El proyecto, que está en pruebas, permitirá un ahorro considerado de energía y mejorará la seguridad.
Por las noches, las señales brillan en la oscuridad por un lapso de 10 horas, por lo que las carreteras no necesitarán de los postes de alumbrado eléctrico. El proyecto también prevé la posibilidad de que la pintura pueda emitir imágenes de advertencia sobre ciertas situaciones como el estado del clima, y la implementación de luces interactivas que se encienden mediante la utilización de sensores de movimiento.
Por el momento, solo se realizan pruebas en 500 metros de la N329 para conocer si el proyecto es viable o no y si el material que compone la pintura resiste el paso del tiempo y el desgaste natural.
Daan Roosegarde, propietario del Estudio Roosegarde, es el artífice de este proyecto para convertir a la carretera N329 en una autopista autónoma y variable en cuanto a sus funciones de iluminación y señalización. El joven innovador había presentado su idea de una carretera inteligente al Gobierno holandés en el 2012. Hasta hace unos días, no se habían iniciado las pruebas en esta autopista.