A raíz de la creciente preocupación pública por los residuos plásticos, el PLA (poli-ácido láctico), creado a partir del ácido láctico de la fermentación de azúcares, se utiliza ahora ampliamente como alternativa renovables y sostenible a los plásticos derivados del petróleo, y se emplea en todo tipo de productos, desde vasos desechables y bolsas de té hasta la impresión 3D y los envases.
A menudo se etiqueta como biodegradable, pero su degradabilidad en entornos naturales es limitada, por ejemplo en el suelo o en el mar, y sólo se degrada en condiciones de compostaje industrial a altas temperaturas y humedad, algo que no se consigue en vertederos domésticos.
Científicos del Centro de Tecnologías Sostenibles y Circulares (CSCT) de la Universidad de Bath han desarrollado una forma que podría hacer que estos plásticos sean más degradables en el entorno natural, utilizando sólo luz ultravioleta.
“Anteriormente, los científicos habían estudiado la posibilidad de aumentar la degradabilidad del PLA con el agua hidrólisis, pero esta es la primera vez se estudió el uso de la luz”, afirma el Dr. Antoine Buchard, investigador universitario de la Royal Society y profesor de química de polímeros del CSCT, quién dirigió la investigación.
El equipo descubrió que podía ajustar la degradabilidad del plástico incorporando diferentes cantidades de moléculas de azúcar en el polímero. Comprobaron que la incorporación de tan sólo un tres por ciento de unidades de polímero de azúcar en el PLA conducía a una degradación del 40% en seis horas de exposición a la luz ultravioleta.
“La mayoría de los plásticos PLA están formados por largas cadenas de polímeros que pueden ser difíciles de descomponer por el agua y las enzimas. Nuestra investigación añade azúcares a las cadenas de polímeros, uniendo todo mediante enlaces que pueden romperse con la luz ultravioleta. Esto debilita al plástico y lo divide en cadenas de polímeros más pequeñas que son más sensibles a la hidrólisis”, explica Buchard.
Lo más prometedor es que la tecnología es compatible con los procesos de fabricación de plástico existentes, lo que significa que podría ser probada y adoptada rápidamente por la industria del plástico.
Los investigadores, que publicaron los resultados recientemente en Chemical Communications, esperan que sus hallazgos sean utilizados por la industria del plástico para ayudar a que los residuos plásticos sean más degradables al final de la vida del producto.
“Queda por trasladar esta estrategia a objetos de plásticos de la vida real y probarla con luz solar, pero esperamos que nuestra tecnología pueda utilizarse en el futuro para fabricar plásticos que sean resistentes cuando se usen, pero que puedan descomponerse fácilmente cuando ya no sea posible su reutilización y reciclaje”, concluye Buchard.
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