La luz está entrando con fuerza en un nuevo campo: la medicina cardiovascular. Un estudio recientemente publicado en la revista Annals of Translational Medicine por investigadores de la Universidad de Colorado Anschutz Medical Campus (CU Anschutz) muestra que la exposición a terapia lumínica intensa tras una cirugía puede desempeñar un papel crucial en la protección del corazón.
Los hallazgos apuntan a que esta intervención no invasiva es capaz de aumentar los niveles de una proteína protectora del tejido cardiaco, al mismo tiempo que reduce la liberación de troponina, biomarcador íntimamente ligado al daño miocárdico y a mayores tasas de mortalidad en pacientes sometidos a cirugías no cardiacas.
Estos resultados se suman a un creciente cuerpo de evidencia que muestra que la luz intensa tiene un efecto curativo en el corazón y en los vasos sanguíneos. Si estos resultados se confirman en ensayos clínicos más amplios, podríamos estar ante una estrategia realmente efectiva para abordar un problema que afecta a millones de pacientes en todo el mundo: las lesiones miocárdicas asociadas a cirugías no cardiacas (MINS, por sus siglas en inglés).

Una complicación frecuente y peligrosa
Las lesiones miocárdicas en cirugías no cardiacas constituyen un problema clínico silencioso pero de gran magnitud. Se estima que ocurren en torno al 20% de los pacientes sometidos a este tipo de intervenciones, especialmente en mayores de 45 años. Su relevancia es tal que incrementan de manera significativa la mortalidad en el primer año tras la operación.
El mecanismo subyacente suele ser un desequilibrio entre el aporte y la demanda de oxígeno en el corazón, agravado por factores como la anestesia, la inflamación, la pérdida de sangre o el estrés quirúrgico. Sin embargo, a pesar de su frecuencia y gravedad, actualmente no existe una terapia específica para prevenir o revertir este tipo de daño.
De ahí la importancia del hallazgo del equipo liderado por el doctor Tobias de la Garza Eckle, profesor de anestesiología en la Escuela de Medicina de CU Anschutz, quien sostiene que la luz intensa puede constituir la primera intervención eficaz para mitigar el impacto de las MINS.

El papel de la troponina como indicador de daño cardiaco
Uno de los puntos clave del estudio radica en la reducción de los niveles de troponina. Este biomarcador, ampliamente utilizado en la práctica clínica, se libera a la sangre cuando el músculo cardiaco sufre daño. En pacientes hospitalizados, el aumento de troponina tras una cirugía es un fuerte predictor de complicaciones y mortalidad.
El estudio demostró que los pacientes sometidos a terapia lumínica intensa presentaban niveles significativamente más bajos de troponina en comparación con el grupo control, lo que apunta a un efecto cardioprotector directo. Este resultado refuerza, por tanto, la hipótesis de la utilidad de la luz en entornos médicos, abriendo la puerta a integrar la fototerapia como herramienta complementaria en protocolos quirúrgicos.
Mecanismos moleculares: del PER2 al ANGPTL4
La investigación de Eckle no se limita a describir un efecto clínico observable, sino que profundiza en los mecanismos moleculares que explican por qué la luz intensa protege al corazón.
En estudios previos con modelos animales, el grupo había identificado que la exposición a luz brillante fortalece el endotelio, es decir, el revestimiento interno de los vasos sanguíneos. Este efecto se produce gracias a la activación de una cascada de proteínas entre las que destacan:
- PER2 (Period Circadian Protein 2): proteína clave en la regulación de los ritmos circadianos.
- HIF1A (Hypoxia Inducible Factor 1 Alpha): factor de transcripción activado en situaciones de hipoxia.
- ANGPTL4 (Angiopoietin-Like 4): proteína con un papel central en la salud vascular, la regulación de la inflamación y la protección del tejido cardiaco.
La exposición a luz intensa estimula la actividad de PER2 y HIF1A, que a su vez incrementan los niveles de ANGPTL4, reforzando así la integridad vascular y reduciendo el riesgo de daño.
Lo más relevante del nuevo estudio es que se observó que, incluso en ausencia de PER2, la administración de ANGPTL4 de manera directa podría ser una estrategia terapéutica independiente, lo que abre la puerta al desarrollo de fármacos basados en esta proteína.

El protocolo de luz: cinco días, 30 minutos al amanecer
El diseño experimental incluyó pacientes sometidos a cirugías rutinarias de columna vertebral. A un grupo se le aplicó terapia lumínica intensa de 30 minutos al amanecer durante cinco días consecutivos.
Los resultados fueron claros:
- El grupo tratado mostró incremento en los niveles de ANGPTL4.
- Hubo una reducción significativa de troponina tras la cirugía.
- En contraste, el grupo que no recibió la intervención presentó un aumento de troponina.
La luz como modulador del ritmo circadiano y la cardioprotección
Otro aspecto clave del estudio es la relación entre la luz, los ritmos circadianos y la salud cardiovascular. Se sabe que la sincronización circadiana influye en múltiples procesos fisiológicos, desde la presión arterial hasta la reparación celular.
La terapia lumínica intensa incrementa la amplitud de estos ritmos, es decir, hace más marcada la diferencia entre las fases de actividad y reposo del organismo. Esta mejor regulación circadiana se traduce en una mayor resiliencia del corazón frente a daños isquémicos o inflamatorios.
En términos prácticos, se trata de una forma de “preacondicionamiento lumínico”, donde la luz actúa como señal externa que prepara al corazón para tolerar mejor el estrés quirúrgico.

La investigación de CU Anschutz es un paso más en la consolidación de la luz como herramienta médica. La demostración de que una exposición breve y controlada puede reducir biomarcadores de daño cardiaco y aumentar proteínas protectoras abre una vía terapéutica sin precedentes para abordar las MINS, un problema frecuente y hasta ahora sin tratamiento específico.
Puede acceder al paper completo de la investigación a través del siguiente enlace:
https://atm.amegroups.org/article/view/142467/html
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Fuente de imágenes: Freepik-Unsplash*. *Imágenes de apoyo procedentes de bancos de recursos gráficos que no pertenecen a la investigación. |

