Imaginen una vivienda bien aislada y con los mejores acabados en la que el gasto anual de electricidad fuera de unos 300 Euros. Imaginen una vivienda cercana a su trabajo, con transporte público por 365 euros anuales. Imaginen una vivienda equipada exclusivamente con geotermia y energía solar térmica, cuyo coste de climatización sea casi nulo. Y finalmente fijen un precio de compra de 2.100€ m2.
Si quieren hacer sus sueños realidad tendrán que ir a vivir a Austria, y más concretamente a Graz, capital del estado de Styria, la segunda ciudad más poblada con unos 250.000 habitantes y nombrada capital europea de la cultura en el año 2003. Graz, ciudad universitaria por excelencia, prepara uno de los proyectos austriacos de Smart City más ambiciosos del momento.
Concepto Smart City
La idea de Smart City parte de un objetivo de mejora de la calidad de vida de sus ciudadanos mediante el respeto al medio ambiente, la aplicación de tecnologías sostenibles como las energías renovables y la movilidad eléctrica. Todo ello, respetando las tradiciones y forma de vida de los ciudadanos, que pueden participar en la elaboración de los proyectos junto con los arquitectos, universidades y empresas tecnológicas.
Idea común
Para iniciar un proyecto de Smart City no basta sólo con hacer un plano y diseñar una ciudad. Intervienen estrategias político-sociales que requieren de una conciencia pública. Estamos hablando de políticas encaminadas a favorecer la vivienda pública. En Austria, todos los trabajadores destinan un 0,5% de sus impuestos a la partida de vivienda social. Hay que tener en cuenta que entre el 60 y el 70% de la población austriaca vive en una vivienda pública, ya sea en régimen de propiedad o en régimen de alquiler. En Viena, (1,8 millones de habitantes), existen unos 220.000 apartamentos públicos y unos 250.000 edificios cofinanciados con fondos públicos.
En cuanto a las políticas energéticas, el gobierno austriaco ha establecido recientemente una normativa por la que todas las viviendas públicas de nueva construcción deberán consumir un máximo de electricidad de 10 kW/h año por metro cuadrado. Esto supone en la práctica que los usuarios gastarán en torno a 300 € de energía eléctrica al año para una vivienda de unos 100 m2 incluidos impuestos.
Styria, una de las regiones más ricas de Austria está desde hace años enfocada tecnológicamente al desarrollo de la industria sostenible. Más de 160 empresas austriacas agrupadas en el Cluster Eco World Styria, y localizadas en el parque tecnológico Green Tech Valley, serán las encargadas del desarrollo de la Smart City Graz. Algunas de estas empresas como SFL technologies GmbH, investigan en el desarrollo de paneles solares transparentes para evitar sombras en instalaciones sobre tejado, o en el diseño de estructuras de vidrio para integrarlas en dobles fachadas y conseguir el máximo aislamiento con la mejor luminosidad posible.
Las diferentes empresas suministrarán sus soluciones técnicas a los proyectos de casas pasivas que desarrollan arquitectos como Markus Pernthaler que ha diseñado un edificio con 650 m2 de paneles térmicos en la terraza que facilitarán la climatización tanto en invierno como en verano, y con 300 m2 de paneles fotovoltaicos que aportarán una buena parte del consumo eléctrico.
Una de las viviendas que están siendo construidas en Graz y que se integrarán en la smart city es el ECR Demoprojekt Plus del estudio de arquitectura Nussmüller, con estructura de madera (tabiques de madera maciza de 15 cm), y recubrimientos de pladur, suelos radiantes para climatización tanto en verano como en invierno gracias a la instalación de geotermia y de paneles solares térmicos. Este edificio consta de oficinas, viviendas, residencia de ancianos, colegio público y centro comercial. Una vivienda de unos 100 m2 tendrá un precio de venta de 210.000 Euros (2.100 € m2).