“Frente a la emergencia climática no valen los intentos. Hay que actuar ya”. Sobre esta premisa, profesionales y empresas inmobiliarias y del sector de la construcción y administraciones públicas estatales y autonómicas han suscrito una declaración de emergencia climática que muestra su alineamiento para acelerar la transformación de las ciudades y hacer de ellas lugares más sostenibles, justos y resilientes, tal y como prescriben los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la “Agenda 2030” de la ONU.
Promovida por el “Observatorio 2030” del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) en el marco de la Cumbre del Clima (COP25), la declaración visibiliza el “compromiso férreo” del sector para impulsar un “cambio de paradigma” que apueste por el uso responsable de los recursos naturales y por la utilización de materiales renovables de bajo impacto y que reduzca aún más los residuos de la construcción.
“Nuestras viviendas, edificios, pueblos y ciudades se pensaron y construyeron en el siglo XIX y, sobre todo, en el XX para responder a las necesidades de las generaciones anteriores, utilizando la energía y los recursos naturales como si fueran ilimitados. La situación ha cambiado. Estamos ante una emergencia climática y debemos transformarlos rápidamente porque, si no actuamos ya, serán una rémora cada vez mayor para nuestro progreso”, subrayó el presidente del CSCAE, Lluís Comerón, durante la presentación del manifiesto, que tuvo lugar ayer en la sede del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM) dentro de los diálogos “La Arquitectura ante el cambio climático”, organizados por el CSCAE y el COAM con motivo de la Cumbre del Clima.
La declaración de emergencia climática está firmada por los ministerios de Fomento y Transición Ecológica, la Conselleria de Vivienda y Arquitectura Bioclimática de la Generalitat Valenciana, el CSCAE y los colegios de arquitectos de Madrid, Valencia y Extremadura, la Asociación de Promotores y Constructores de España (APCE), Asemas, Sareb; fabricantes, como Cosentino, Oficemen y Andece Prefabricados de Hormigón, Savills-Aguirre Newman, Grupo Lobe, la Asociación Sostenibilidad y Arquitectura (ASA), la Fundación Vía Célere, ARUP, Asemas, Hispania Nostra, la asociación Wires, que reúne a mujeres con cargos de responsabilidad en el sector inmobiliario, el Instituto Valenciano de la Edificación (IVE) y el Consejo General de Economistas de España y el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, entre otras entidades. Además, estará disponible en la web del CSCAE para que se adhieran a ella cuantos profesionales y empresas lo deseen.
La firma de esta declaración tiene un doble objetivo: por un lado, visibilizar el compromiso del sector y consolidarlo de forma interna, al suscribirla, y, por otro, reclamar el mismo compromiso a las administraciones públicas competentes, porque -como advirtió la decano del COAM, Belén Hermida-: “Las consecuencias de lo que hagamos y de lo que no las sufriremos como profesionales y como ciudadanos”.
En el acto de presentación e inicio de la recogida de firmas, el director general de la “Agenda 2030” en España, Federico Buyolo, valoró la iniciativa, y señaló, en alusión a los ODS: “Estamos construyendo un nuevo contrato social y necesitamos un liderazgo multilateral para que el cambio de paradigma sea posible. Es un compromiso ético”.
En la misma línea se pronunció Gonzalo Lacurcia. Asesor de ONU-Hábitat en España, reflexionó: “En pocos años, las ciudades concentrarán al 70% de la población. Ocurrirá, sobre todo, en los países en los que existen menos recursos y aquellos con mayores niveles de desarrollo tendrán un papel fundamental y habrán de ser mucho más generosos, compartiendo su conocimiento, porque no hay una sostenibilidad de nosotros sin la sostenibilidad de ellos”.
Por su parte, desde el Ministerio de Transición Ecológica, Laura Hernández-Garvayo, remarcó que “actuar ya es una emergencia” y pidió “esfuerzo colectivo”. Señaló que el Ministerio está trabajando para ofrecer “un marco estable”, con medidas como el Plan de Energía y Clima (Peniec), la Estrategia de Transición Justa y el Plan de Acción de la Agenda 2030, y defendió: “Estamos haciendo cosas para que no haya perdedores”. En este sentido, indicó: “Los objetivos marcados son ambiciosos y realistas. Lo que no quiere decir es que sean fáciles. Para eso, necesitamos la acción de todos e innovación”. Y se mostró convencida: “Podemos conseguir los objetivos marcados para 2030 y, desde ya, pensar en 2050”.