Dar más o menos intensidad al alumbrado artificial según lo requerido en cada momento permite mejorar el confort, alargar la vida de las luminarias y ahorrar energía de forma considerable. Las últimas tendencias tecnológicas en reguladores de iluminación nos ofrecen un futuro acogedor y ecofriendly al alcance de todos.
Cuando hablamos del confort en cualquier ámbito, la iluminación juega siempre un papel importante en su mejora. La posibilidad de adaptar el uso de la luz artificial en espacios interiores nos permite encontrar el ambiente necesario para cada ocasión, haciendo la estancia más agradable. Sin embargo, regular la iluminación no sólo mejora la comodidad, sino que contribuye al desarrollo del medio ambiente con un ahorro notable de la electricidad y ayuda a alargar la vida útil de las luminarias, bombillas, lámparas, etc.
La creación una atmósfera personalizada variando la luminosidad se consigue de forma automática mediante los dispositivos de regulación para iluminación. Según explican los expertos de Sinelec, compañía especializada en material eléctrico, fluidos, telecomunicaciones y clima, las últimas tendencias tecnológicas en este ámbito ofrecen dos sistemas de regulación automática de luminarias, capaces de regular cualquier luminaria LED (downlight, panel, driver…) que incorpore una entrada de regulación: 1/10V y DALI.
La regulación 1/10V es un protocolo analógico para el control de fluorescencia o LED con reactancias electrónicas regulables o Drivers 1/10V. Este protocolo permite la regulación del flujo luminoso entre 0 y 100% mediante la variación de una señal continua entre valores de 1V a A10V, pero realiza únicamente la regulación, así pues, si precisamos apagar la luminaria, el regulador tendrá que incorporar un relé que permite la desconexión física de la alimentación.
DALI (Addresable Lighting Interface), a diferencia del 1/10V, es un protocolo digital para el control de flourescencia o LED con reactancias electrónicas regulables o Drivers DALI. El sistema DALI de iluminación es un estándar internacional (IEC 62386) y asegura la completa compatibilidad entre equipos de diferentes fabricantes. Este sistema ofrece una simplicidad de cableado, una gran flexibilidad en el diseño de la instalación y la gran ventaja de poder conectar todos los equipos en paralelo.
Dónde aplicar la regulación automática de la iluminación
Existen dos tipos de aplicaciones para los sistemas de regulación automática. Por un lado, los sistemas de regulación constante, que aprovechan la luz natural, buscando minimizar el uso de la luz artificial consiguiendo un ahorro que puede llegar hasta el 40%. Estos, compensan la luz natural con la artificial manteniendo siempre un nivel mínimo de iluminación previamente fijado. Son muy eficientes en edificios donde existe un aporte externo de luz natural: colegios, edificios públicos, universidades y oficinas, entre otros espacios.
Por otro lado, los detectores de movimiento con ajuste de nivel mínimo permiten fijar un nivel determinado de encendido mínimo (10%-50%) lo que mantiene una luz residual en todo momento. Al no apagar por completo las luminarias, siempre se mantienen una luz de seguridad en todo momento. Este tipo de aplicación resulta ideal para la instalación en edificios y zonas como pasillos, parkings, hospitales o almacenes.