Una nueva investigación, desarrollada por científicos holandeses, sugiere que la luz roja puede contrarrestar los efectos negativos de la luz azul y ayudarnos a conciliar el sueño.
Cada vez hay una mayor preocupación sobre las posibles consecuencias adversas de una exposición prolongada a la luz azul. Este componente azul de la luz es muy elevado en muchas aplicaciones que usamos en nuestro día a día: móviles, tablets, televisores, pantallas de ordenador, etc. La luz azul puede afectar a nuestro reloj biológico así como a las neuronas que regulan nuestro sueño, afectando de forma significativa a la hora de conseguir una noche de sueño reparadora.
Por todo esto, está claro que la investigación se ha enfocado principalmente en la luz azul, y otros colores del espectro han sido descuidados. Wisse van der Meijden y sus colegas del Instituto Neerlandés de Neurociencia en Amsterdam, han evaluado por primera vez lo que sucede después de que estemos expuestos muchos minutos a una luz roja intensa.
Sorprendentemente, la exposición a la luz roja tuvo algunos efectos inesperados: en su mayoría eran los efectos opuestos a la luz azul. Después de su exposición a esta luz roja, los participantes tuvieron mayores problemas para realizar una tarea que requería una cierta concentración. Sus tiempos de reacción también se ralentizaron. Pero el efecto más sorprendente de la exposición a la luz roja intensa fue que hizo que sea más fácil conciliar el sueño.
Los hallazgos, publicados el mes de julio de 2018 en Proceeding of The Royal Society B: Biological Sciences, sugieren que la luz roja podría contrarrestar algunos de los efectos adversos de las pantallas que emiten luz azul, acciendo que la luz roja podría llegar a ser útil para conciliar el sueño.