Investigadores de la Universidad de Pittsburgh y de UPMC han descubierto que la exposición a la luz roja de larga longitud de onda puede disminuir significativamente la formación de coágulos sanguíneos en humanos y ratones, un hallazgo que podría revolucionar el tratamiento preventivo de afecciones como ataques cardíacos, daño pulmonar y accidentes cerebrovasculares.
“La luz a la que estamos expuestos puede cambiar nuestros procesos biológicos y cambiar nuestra salud. Nuestros hallazgos podrían conducir al desarrollo de una terapia relativamente barata que beneficiaría a millones de personas”, afirma Elizabeth Andraska, M.D., profesora asistente de cirugía en el Centro de Investigación de Medicina de Trauma y Transfusión de Pitt, y una de las autores principales del estudio.

El poder de luz para evitar los coágulos de sangre
Los coágulos sanguíneos en venas y arterias son una de las principales causas de muerte prevenible a nivel mundial. La búsqueda de métodos preventivos más accesibles y eficientes es crucial. Es por ello que el equipo de investigación se propuso investigar si la luz podría tener un impacto en los coágulos de sangre, más si se tiene en cuenta que los ataques cardíacos y los accidentes cerebrovasculares son más propensos a ocurrir en las horas de la mañana que por la noche.
Para probar esta idea, el equipo expuso a los ratones a 12 horas de luz roja, azul o blanca, seguidas de 12 horas de oscuridad, en un ciclo de 72 horas. Luego buscaron diferencias en los coágulos de sangre entre los grupos. Los ratones expuestos a la luz roja tenían casi cinco veces menos coágulos que los ratones expuestos a la luz azul o blanca. La actividad, el sueño, la alimentación, el peso y la temperatura corporal se mantuvieron igual entre los grupos.
Además se comprobó que la longitud de onda de la luz no tuvo ningún impacto en los ratones ciegos, y la luz que brilla directamente sobre la sangre tampoco causó un cambio en la coagulación, apuntando a la vía óptica como la principal responsable de estos resultados.

Efectos de la luz roja en los ratones
En concreto, el equipo descubrió que la exposición a la luz roja está vinculada a una disminución en la inflamación y en la activación del sistema inmunológico. En los experimentos realizados, los ratones expuestos a esta luz presentaron una menor cantidad de trampas extracelulares de neutrófilos, conocidas como NETs por sus siglas en inglés. Estas estructuras en forma de red, producidas por células inmunes, sirven para capturar microorganismos invasores y también pueden retener plaquetas, lo que incrementa el riesgo de formación de coágulos. Adicionalmente, se observó en estos ratones un aumento en la producción de ácidos grasos, un factor que reduce la activación de las plaquetas y, por ende, la formación de coágulos.
El estudio también extendió su análisis a más de 10.000 pacientes que se sometieron a cirugía de cataratas. Estos pacientes recibieron lentes convencionales, que transmiten todo el espectro visible de luz, o lentes que filtran la luz azul, reduciendo su transmisión en aproximadamente un 50%. Los resultados mostraron que los pacientes con cáncer que usaron lentes con filtro de luz azul presentaron un riesgo menor de formar coágulos sanguíneos en comparación con aquellos que usaron lentes convencionales, un dato relevante considerando que los pacientes con cáncer tienen hasta nueve veces más riesgo de desarrollar coágulos sanguíneos que aquellos sin la enfermedad.

Todo este conocimiento sobre cómo la luz roja induce cambios que pueden reducir el riesgo de coagulación sugiere nuevas vías para el desarrollo de tratamientos más efectivos y prácticos para los pacientes, comparados con la necesidad de una exposición continua a la luz roja. De hecho, con la vista puesta en los futuros ensayos clínicos, el equipo está desarrollando gafas de luz roja que permitirán controlar la cantidad de exposición lumínica que reciben los participantes del estudio. Además, están investigando qué grupos de pacientes podrían beneficiarse más de la terapia de luz roja, abriendo nuevas posibilidades para la medicina preventiva y terapéutica.
“Estos resultados están desentrañando un misterio fascinante sobre cómo la luz a la que estamos expuestos a diario influye en la respuesta de nuestro cuerpo a las lesiones. Nuestros próximos pasos son averiguar por qué, biológicamente, esto está sucediendo, y probar si exponer a las personas con alto riesgo de coágulos de sangre a más luz roja reduce ese riesgo. Llegar al fondo de nuestro descubrimiento tiene el potencial de reducir masivamente el número de muertes y discapacidades causadas por coágulos de sangre en todo el mundo”, concluye el también autor principal Matthew Neal, M.D., profesor de cirugía y codirector del Centro de Investigación de Medicina del Trauma y Transfusión en Pitt.

Puede acceder al paper completo de la investigación a través del siguiente enlace:
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1538783624005439?dgcid=author
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Fuente de imagen de portada: Freepik. Imagen procedente de banco de recursos gráficos que no pertenece a la investigación.
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