Que el mundo está cambiando y mucho, ya nadie lo duda. Y que este cambio viene principalmente por la innovación tecnológica, tampoco. Esta innovación tecnológica está trayendo entre otros cambios, uno que en mi opinión es el más importante: un nuevo modelo energético.
Los sistemas de energía en todo el mundo están atravesando rápidas transiciones que traerán cambios importantes en la forma en que «alimentamos» nuestros automóviles, calentamos nuestros hogares y alimentamos nuestras industrias. Estas tendencias tendrán implicaciones generalizadas para las empresas, los gobiernos y los individuos en las próximas décadas, en el camino hacia un nuevo modelo energético.
Nuestra misión principal como editorial es ayudar a nuestros lectores a conocer las claves del mundo donde se desarrollan como profesionales y como empresas. Así que hoy queremos presentarles (desgranado) un estudio de la consultora McKinsey que les ayude a navegar en esta transición energética. Como brújula y herramienta para apoyar estos esfuerzos, McKinsey ha elaborado un informe que ofrece una perspectiva fundamental sobre los sistemas energéticos globales ¿Cómo va a ser el nuevo modelo energético?
Su perspectiva de ese nuevo modelo energético se basa en las contribuciones de cientos de expertos de McKinsey de todo el mundo, desde campos incluyendo petróleo y gas, automoción, energías renovables y materiales básicos.
Muchas de las tendencias que dan forma al futuro de la energía son en realidad impulsadas por una multitud de tendencias locales, que se producirán con diferentes magnitudes y velocidades en distintas geografías y en sectores específicos. Para captar esta atomización, el informe ofrece una perspectiva detallada en 146 países, 55 tipos de energía y 30 sectores.
Reflexionando sobre este trabajo con esta perspectiva y numerosas discusiones con expertos, encontramos que hay tres puntos de inflexión importantes en el panorama energético que estarán a nuestro alcance en los próximos años:
- A medida que el coste de las energías renovables ha bajado aún más, muchos países alcanzarán un punto de inflexión en los próximos cinco años, donde la capacidad solar o eólica de nueva construcción tendrá un coste competitivo con el coste de combustible de las plantas de energías convencionales existentes. Como resultado, hay una mayor aceleración en el incremento de las energías renovables.
- Del mismo modo, a medida que el coste de las baterías continúa disminuyendo, en los próximos 5 a 10 años, muchos países alcanzarán el punto en que los vehículos eléctricos serán más económicos que los vehículos con motor de combustión. Esto ocurrirá no solo para los turismos, sino también para la mayoría de los segmentos de transporte, como camiones.
- Por primera vez, se da un pico en las emisiones globales de carbono, por el crecimiento económico continuo y la creciente población mundial. La caída en la demanda mundial de carbón y principalmente del petróleo, se espera que las emisiones de carbono comiencen a disminuir a mediados de 2020.
La transición energética hacia el nuevo modelo energético ha mostrado una mayor aceleración, debido a los grandes avances tecnológicos más allá de lo esperado.
Se espera que la demanda de energía se estabilice alrededor del 2030
La demanda mundial de energía primaria se estabilizará en el entorno del año 2030 después de más de un siglo de gran crecimiento e impulsada principalmente por la penetración de fuentes renovables en el mix energético.
Pero ¿Por qué? Principalmente un cambio hacia las energías renovables … y también cambiando los patrones de uso de la energía.
La energía eólica y solar representaron más de la mitad de las nuevas incorporaciones de capacidad de generación de energía en los últimos años. Las energías renovables continuarán penetrando en el mix energético global, y se espera que la generación de energía solar y eólica se multiplique por un factor de 60 y 13, respectivamente, entre los años 2015 a 2050.
Para el 2035 más del 50% de la producción energética mundial será renovable
A pesar de una creciente población con un aumento en sus ingresos, la disminución en la intensidad de la energía está siendo provocada principalmente por un cambio hacia los servicios que están compensando la demanda de energía.
Se espera que las ventas de vehículos eléctricos superen los 100 millones en el año 2035, lo que provocará un descenso de la demanda de petróleo en el transporte por carretera. Así para el año 2050, podría haber más 2 billones de vehículos eléctricos en las carreteras de todos los segmentos.
Las predicciones son que el número de ventas de automóviles eléctricos de pasajeros aumente entre el 2018 al 2050 multiplicándose por un factor de 60.
¿Qué significa esto para el gas, el petróleo y el carbón?
El gas continuará creciendo hasta 2035, para estabilizarse y luego disminuir. Mientras tanto, se espera que la demanda de petróleo y carbón se desacelere, con un pico del petróleo a principios del año 2030.
El crecimiento de la demanda de gas en China es mayor que el de los de la suma de los 10 países con mayor crecimiento, incluido Estados Unidos, y representa casi la mitad del crecimiento de la demanda hasta 2035.
Incluso en un escenario con precios más bajos del petróleo, la paridad de costes para los camiones eléctricos solo se retrasaría unos pocos años. Se prevé que la demanda de carbón caerá en el entorno de un 40% para 2050, principalmente debido a una reducción en el sector eléctrico chino.
¿Cuáles son las implicaciones para las emisiones?
Las emisiones mundiales relacionadas con la energía alcanzarán su punto máximo en 2024 y disminuirán alrededor de un 20% para 2050, principalmente debido a la disminución del uso de carbón en el sector energético.
Para descargar el informe completo pinche AQUÍ
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