El Teatro Principal de Zaragoza luce con un renovado aspecto exterior tras acometer las obras de limpieza y rehabilitación de sus fachadas principales y el encendido de un nuevo sistema de iluminación.
Las tareas, que se iniciaron durante el verano y se acometieron con carácter de emergencia, han supuesto una inversión superior a los 300.000 euros y se han centrado en las fachadas que dan al Coso, a la calle Blasco y a la plaza de José Sinués.
La nueva iluminación, que resalta los elementos simbólicos de la fachada y realza las figuras de las Alegorías de las Musas, “pone en valor la importancia de este equipamiento”, ha apuntado el consejero de Urbanismo, Víctor Serrano, quien ha agradecido a los trabajadores municipales y de la contrata que ejecutó las obras “la profesionalidad y dedicación” con unos trabajos que han resultado “más complejos de lo que puede observarse” porque “las estatuas estaban en una situación estructural muy delicada y el ladrillo de la fachada presentaba numerosos desperfectos y en algunas partes un alto nivel de degradación”.
Al hilo de esta necesaria actuación se ha aprovechado también para sustituir la antigua iluminación genérica de la fachada al Coso por otro alumbrado arquitectónico, más moderno y acorde con las características propias de la fachada que se desea resaltar, subrayando el frontis superior del edificio y perfilando sus elementos más singulares con ayuda de tecnología RGB que permite distintos colores y diferentes secuencias y mayor o menor intensidad en la iluminación.
Otras actuaciones ejecutadas dentro de este nuevo proyecto de iluminación han sido la sustitución de los focos bajo la marquesina de entrada por otros equivalentes con mayor intensidad; la sustitución de las pantallas fluorescentes de cartelería retroiluminada incorporando los equipos necesarios para destacar los contenidos; el cambio del alumbrado del cartel principal del chaflán; la eliminación de los proyectores de alumbrado general ubicados en la planta primera; la instalación de un nuevo alumbrado en los perfiles de las jambas de las ventanas; el alumbrado de señalización de las banderolas informativas y la iluminación lineal de la zona superior con nuevos proyectores hacia las cariátides de la azotea.
Asimismo, se ha ejecutado la consolidación de las ochos estatuas de las Alegorías de las Musas en la techumbre, que ahora presentan un imagen limpia y renovada en la cornisa de la entrada principal del edificio. El Servicio de Conservación de Arquitectura de Urbanismo remarcó antes del inicio de las obras que el «estado de las ocho estatuas, en dos grupos de cuatro, uno en la fachada del Coso y otro en la esquina entre la plaza Sinués y la calle Blasco, presentan pérdidas de su material compositivo, tanto en la zona de sujeción como por desgastes en capas superficiales, fisuras y agrietamientos generalizados, algunos con elementos de materiales próximos a desprendimientos y, como es habitual, ataques de carácter biótico».
El edificio del Teatro Principal, obra de Agustín Sanz y Agustín Gracián, ha tenido desde sus orígenes en 1799 numerosas transformaciones, ampliaciones e intervenciones, tanto en las fachadas como en su interior.
Por su parte, las esculturas de las Alegorías de las Musas son grupos de cuatro piezas (Talía, Melpómene, Euterpe y Terpsícores) que tienen 2,3 metros de altura cada una, están realizadas en piedra artificial, son obra del escultor Francisco Rallo y fueron colocadas en 1970. En su día se proyectaron cuatro juegos (uno por fachada) de cuatro esculturas cada uno, pero en la última intervención sobre el Teatro, en 1985, se transformaron sustancialmente las fachadas, por lo que las 16 esculturas se reubicaron.
Fuente de imágenes: Ayuntamiento de Zaragoza