El entorno del depósito de Burlada es una de las referencias singulares del Parque Fluvial Navarra. Este espacio rehabilitado por la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona atrae la curiosidad de los paseantes que, tras desviar su itinerario fluvial junto al Arga, elevan su caminata hasta la cima de la colina. En esta última fase de rehabilitación se ha cometido el proceso de alumbrado e iluminación ornamental.
El esfuerzo del ascenso hasta llegar al Parque Fluvial conlleva recompensas: los visitantes descubren un lugar idóneo para el descanso y la contemplación. Bancos, árboles, una fuente y tres miradores rodean el depósito de agua, construido en hormigón. Desde allí, las vistas panorámicas permiten abarcar buena parte de la Comarca de Pamplona.
Una constante transformación desde 2007
Este enclave tan especial y visitado ha llegado a su estado actual tras una esmerada y constante transformación iniciada hace nueve años y que acaba de finalizar. El proyecto arrancó en 2007, cuando la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona realizó una valoración paisajística del depósito para su integración en el entorno urbano de la futura urbanización.
La primera fase de la intervención, entre 2007 y 2009, coincidió con las obras de urbanización de Erripagaña y consistió en restituir el relieve original en torno al depósito.
En 2010 se elaboró el proyecto de integración paisajística sobre el nuevo relieve que contemplaba tres miradores orientados hacia oeste (mirador del Arga), hacia el este (mirador de Burlada) y hacia el sur (mirador de Erripagaña). Este último, con una cota de 476 metros, es el punto más alto del Parque Fluvial de la Comarca.
Acondicionamiento
La tercera fase, desarrollada entre 2011 y 2012, supuso la ejecución del proyecto paisajístico, lo que incluía el acondicionamiento de los miradores y la adecuación del espacio central actuando sobre la plantación existente, liberando espacio y creando una zona más acogedora para la estancia. La integración paisajística consistió en la revegetación de la zona con especies autóctonas: nogales, almendros, perales y manzanos. La zona quedó lista para recibir a los paseantes mediante la instalación de bancos, dos fuentes, escaleras y vallados a base de pilotes de madera en los miradores.
Los dos siguientes años las labores se centraron en el acondicionamiento general de la estructura del depósito, de los accesos verticales a la cubierta y la ordenación de las antenas allí instaladas. Además, se elaboró el proyecto y ejecución del pintado del depósito.
Iluminación
Para observar la última mejora, incorporada en mayo 2016, no es necesario ascender el promontorio, ya que está ideada para que pueda ser percibida a distancia: una iluminación ornamental alumbra el depósito desde el atardecer y permite identificarlo con facilidad desde diferentes localizaciones.
La instalación permite además el alumbrado con diferentes colores. Así, vecinos, vecinas y visitantes han descubierto cómo el depósito se tornaba rojo durante las fiestas de Burlada, cómo alternaba diferentes tonalidades en otros eventos o durante el resto de noches de este verano.
Fuente e imagen: Mancomunidad Comarca de Pamplona