Una nueva investigación desarrollada por la empresa de iluminación Japonesa, Ushio, junto con la Universidad de Kobe en Japón, muestra como la irradiación de luz UV-C filtrada a los 222 nm sobre la piel humana reduce el recuento de bacterias sin causar ninguna lesión a la piel.
En el estudio, y utilizando el dispositivo de desinfección UV-C Care222® de Ushio el cual incluyó un filtro óptico que elimina la radiación de longitudes de onda superiores a los 230nm, se irradió 500mJ/cm2 de luz UV-C de 222nm en la espalda de 20 voluntarios sanos de entre 20 y 80 años. Veinticuatro horas después de la irradiación, ninguno de los participantes mostró signos de eritema (enrojecimiento de la piel). La dosis máxima de radiación se fijó en los 500mJ/cm2, teniendo en cuenta que la dosis mínima de eritema de 254nm de UVC es de 10 mJ/cm2.
Posteriormente, la espalda de cada participante fue irradiada nuevamente con 500mJ/cm2 de luz UV-C de 222nm utilizando el dispositivo Care222 para medir el recuento de la flora bacteriana en la piel raspada con un hisopo. El recuento de la flora bacteriana se realizó antes de la irradiación, 5 minutos después de la irradiación y 30 minutos después de la irradiación. El recuento de la flora bacteriana se redujo significativamente, en casi un 90%, después de la irradiación con el dispositivo Care222.
Cuando se evaluó el área irradiada de los participantes tres meses después de la irradiación, ninguno de ellos mostró signos de eritema y no se observó ningún evento adverso. Basándose en estos hallazgos, los investigadores concluyeron que la irradiación de UV-C filtrada a 222 nm es segura y tiene un efecto bactericida en la piel humana. Los resultados de la investigación fueran recientemente publicados en la revista científica PLOS ONE.
Este estudio, se une a los ya realizados por la propia Universidad de Kobe junto con Oshio y a los realizados por el Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia donde se mostraban como la luz ultravioleta lejana de 222nm es efectiva para luchar contra los virus y bacterias, además de ser segura para los seres humanos.
Luz UVC de 222nm
La irradiación UVC tiene una longitud de onda que oscila entre los 200 y 280 nm, siendo la más común para uso como desinfectante y efecto bactericida a una longitud de onda de 254 nm. Sin embargo la irradiación con UVC es citotóxica y es por ello que esta tecnología sólo se utiliza en lugares donde no hay personas presentes porque se sabe que causan efectos secundarios perjudiciales como el cáncer de piel y las cataratas.
Al exponerse a la piel, la radiación ultravioleta de 254 nm atraviesa el “estrato córneo”, la capa callosa más externa y superficial de la piel, y llega a la epidermis, afectando a las células epidérmicas. Por el contrario, la radiación UVC de 222 nm tiene un alto coeficiente de absorción de proteína, y llega sólo al estrato córneo más exterior de la epidermis. Por consiguiente, no afectaría a las células de la piel; y por lo tanto, tiene la posibilidad de ser un método más seguro de irradiación UVC en teoría. Sin embargo, hasta donde sabemos, aunque la seguridad y el efecto esterilizador de este tipo de irradiación se demostraron en un estudio con animales, nunca se han estudiado en humano. Ahora con la pandemia surgida por el COVID-19 nuevas investigaciones están surgiendo en humanos que están comprando su efectividad real. Esta nuevo estudio se encuadra dentro de esta nueva tendencia.