Molina de Aragón acaba de culminar su proyecto de iluminación monumental, una intervención que extiende la luz a los casi seiscientos metros de muralla que rodean su castillo y la Torre de Aragón. Con esta segunda fase, se completa un plan iniciado en 2023 para poner en valor uno de los complejos defensivos más relevantes de la provincia de Guadalajara, a través de criterios técnicos acordes al siglo XXI: eficiencia energética, control digital avanzado y respeto al cielo nocturno.
El castillo de Molina de los Caballeros y su recinto fortificado configuran uno de los complejos medievales más extensos de la península. El sistema defensivo se compone del castillo principal, protegido por numerosas torres y murallas, y de la Torre de Aragón, situada a unos 150 metros en un punto más elevado, que actuaba como atalaya independiente.
Su emplazamiento estratégico, dominando los caminos entre Castilla y Aragón, explica su relevancia histórica. Desde 1931, el conjunto está declarado Monumento Nacional, lo que exige que cualquier intervención —sea de conservación, restauración o iluminación— se realice con criterios de máximo respeto al patrimonio.

Segunda fase: completar el skyline nocturno
En 2023 se ejecutó la primera fase de iluminación, que dotó al castillo y la torre de un sistema LED. La segunda fase, recién inaugurada, ha permitido extender la luz a los 600 metros de muralla exterior mediante 69 nuevos puntos de luz, integrados de forma coordinada con los anteriores.
El resultado es un skyline nocturno continuo, en el que castillo, murallas y Torre de Aragón se perciben como un conjunto unificado. Desde el punto de vista urbanístico y turístico, esta continuidad es esencial: genera una imagen reconocible de la ciudad, fortalece el vínculo identitario de sus habitantes y constituye un atractivo para visitantes.

Tecnología utilizada
Signify, junto con el director del proyecto, Gerardo Gonzalez, han definido el diseño de la iluminación de las murallas A los 93 proyectores de ColorKinetics de la primera fase, se añaden 69 nuevos puntos de luz, controlados con el sistema Signify Interact, que completan el alumbrado ornamental de este conjunto histórico.
La instalación incorpora 118 proyectores ReachElite, 33 lineales Graze y 11 proyectores Blast, todos ellos luminarias LED concebidas específicamente para iluminación arquitectónica. Estos proyectores, especialmente diseñados para la iluminación arquitectónica, permiten adaptar los haces de luz destacando los elementos singulares de los edificios y revelando volúmenes de forma suave.
La tecnología IntelliHue de los proyectores ColorKinetics permiten combinar los 4 canales RGBW (Red, Green, Blue, Withe en sus siglas en inglés) para ofrecer millones de colores vibrantes y luz blanca de alta calidad en diferentes temperaturas de color. La elección de color permitirá conectar el monumento con la actividad de la ciudad, sumándose a la celebración de días mundiales o fiestas locales; a su vez, la iluminación blanca resalta el conjunto histórico y patrimonial.

Paralelamente, la plataforma Signify Interact permite optimizar las labores de mantenimiento y el control energético de la instalación. Al mismo tiempo, facilita la configuración de shows lumínicos utilizando las fachadas del castillo, la torre y las murallas como un lienzo que comunica y atrae las miradas de locales y visitantes, estimulando el comercio y el turismo, a la vez que genera una identidad propia a la ciudad.
Iluminación patrimonial con criterios Starlight
Molina de Aragón forma parte de la reserva Cielos de Guadalajara, reconocida como Destino Turístico Starlight, y constituye además una de las puertas de acceso al Parque Natural del Alto Tajo. Estas condiciones hacen imprescindible que cualquier intervención lumínica contemple como prioridad la protección del cielo nocturno y del entorno natural.
El diseño del proyecto ha incorporado medidas específicas para cumplir con este objetivo. Cada proyector se ha equipado con ópticas adecuadas y ha sido cuidadosamente orientado para concentrar la luz únicamente sobre las superficies a resaltar, evitando fugas hacia el hemisferio superior. A ello se suma una gestión precisa de los flujos luminosos, lo que permite reducir la dispersión innecesaria y minimizar la contaminación lumínica.

El sistema de control digital de la instalación aporta un valor añadido al permitir regular la intensidad en función de las necesidades reales, establecer horarios de encendido y apagado y monitorizar el consumo energético. Gracias a ello, se optimiza el rendimiento de la instalación al tiempo que se reduce su impacto ambiental.
Fuente de imágenes: Signify

