La Comunidad de Madrid ha presentado esta semana su apuesta por la digitalización de los soportes publicitarios del Metro de Madrid, activando 500 pantallas que definirán el paisaje visual de paredes, vestíbulos, andenes de su extensa red de metro.
Este cambio radical se enmarca dentro de un acuerdo de gestión publicitaria renovado en octubre con la JCDecaux hasta 2034. La empresa ha creado estos innovadores dispositivos contribuirán a convertir el metropolitano madrileño en el más digitalizado del continente y en el primer espacio publicitario data-driven de España.
Este nuevo contrato va a suponer un cambio radical de la publicidad del suburbano, al reducir los elementos estáticos y convencionales y sustituirlos por otros tecnológicamente avanzados. Entre los soportes más novedosos se encuentran los mupis digitales, las pantallas fullscreen o las columnas LED que transformarán los espacios más emblemáticos y más concurridos como son Sol, Gran Vía o Nuevos Ministerios. Además, de en estas, también estarán en Moncloa, Plaza de España, Plaza de Castilla, Gregorio Marañón, Callao, Atocha o Cuatro Caminos, entre otras.
El consejero de Vivienda, Transporte e Infraestructuras, Jorge Rodrigo, junto a Alexandre Roubaud, CEO para el sur de Europa y América Latina de JCDecaux, presenciaron en la estación de Sol la puesta en marcha de estos espacios que van a transformar el suburbano incorporando un modelo más dinámico y atractivo para los viajeros.
Historia de la publicidad en el metropolitano madrileño
Desde su inauguración en 1919, el Metro de Madrid ha sido un reflejo vivo de los cambios sociales y tecnológicos de la ciudad. Este fenómeno es particularmente evidente en la evolución de su publicidad, un viaje que ha transformado completamente la interacción entre los espacios urbanos y sus usuarios.
Los primeros anuncios en el metro, realizados en azulejos, no solo servían como medio publicitario sino también como elementos decorativos que embellecían las estaciones, creando un ambiente distintivo y culturalmente enriquecedor.
Con el paso de los años, especialmente después de la Guerra Civil, se observó un cambio significativo con la introducción del papel en lugar del azulejo. Esta transición marcó el inicio de una era más dinámica en la publicidad del metro, permitiendo una actualización y diversificación más rápidas de los mensajes publicitarios.
Ahora, se empieza una nueva era marcada por la digitalización de los espacios publicitarios, una transformación que promete redefinir no solo la estética y funcionalidad de estos espacios sino también la interacción entre marcas y usuarios. Este avance permite la implementación de anuncios más dinámicos y personalizados, capaces de captar la atención de los viajeros mediante contenidos innovadores y relevantes. Además, la capacidad de actualizar los mensajes en tiempo real abre un sinfín de posibilidades para campañas más ágiles y adaptadas a eventos específicos o a cambios en el comportamiento del público objetivo.
La historia de la publicidad en el Metro de Madrid es, en esencia, una narrativa sobre la adaptación y la búsqueda continua de mejorar la experiencia urbana, evidenciando cómo los espacios pueden servir no solo como lugares de tránsito sino como plataformas de comunicación y encuentro.
Imágenes: Metro Madrid