Entre la frontera de los Estados Unidos y Canadá se encuentra este maravilloso espectáculo de la naturaleza. Las Cascadas del Niágara, situadas a unos 236 metros sobre el nivel del mar y con una caída de aproximadamente 64 metros, se renuevan lumínicamente hablando.
Casi 20 años después desde la última gran inversión en iluminación -parte de ella se remontaba a la post-Segunda Guerra Mundial-, las Cataratas del Niágara lucen ahora mucho mejor. Por muchos motivos. El principal, el cambio de las antiguas luces de Xenón por una nueva tecnología de iluminación LED, mucho más eficiente y económica.
Gracias a la implantación de los LED el espectáculo lumínico de las Cataratas del Niágara logrará reducción en un 60% el consumo de energía. Además, en comparación con la iluminación antigua que tenía una vida útil de 1.900 horas, se estima que las nuevas luces LED tienen una vida útil de 25 años, por lo que ahora, el mantenimiento queda notablemente reducido.
Asimismo, la tecnología LED dota al espectáculo de una mayor nitidez y dramatismo al proporcionar mayores niveles de iluminación que las anteriores luces (de 3 a 14 veces más brillantes), además de ofrecer un espectro de color mucho más amplio y programable. Las nuevas luces, a su vez, llenan más huecos proporcionando un efecto más compacto.
La ‘Iluminación de las Cataratas’ ha sido financiada y gestionada por The Niagara Falls Illumination Board desde 1925. En esta remodelación, inaugurada a principios del mes pasado, se han instalado 1.400 nuevas luces, lo que ha supuesto una inversión de tres millones de euros.
Sobre el nuevo espectáculo Mark Thomas, director del distrito occidental de la Oficina de Parques, Recreación y Preservación Histórica del Estado de Nueva York confesó estar emocionado. ““La riqueza de los colores es fantástica, siendo capaz de proyectar múltiples colores al mismo tiempo”, afirmó tras la inauguración.
Así lo mostró la CBS Evening News: