El pasado 29 de Octubre se lanzó una de las iniciativas más ambiciosas de la Unión Europea “The Quantum Technologies Flagship”. La iniciativa, que contará con un presupuesto de 1.000 millones de euros, pretende situar a Europa en los próximos 10 años a la vanguardia de la segunda revolución cuántica que actualmente se está desarrollando en todo el mundo. La visión a largo plazo es desarrollar en Europa la llamada web cuántica donde las computadoras, simuladores y sensores cuánticos están conectados a través de redes de comunicación cuántica.
El objetivo principal de “The Quantum Technologies Flagship” es crear un ecosistema europeo que proporcionará conocimiento, tecnologías e infraestructuras de investigación abiertas para el desarrollo de una industria cuántica europea. Esta prevista la financiación de más de 5.000 investigadores líderes en tecnologías cuánticas de toda Europa, empezando inicialmente con 20 proyectos y una dotación de 132 millones de euros a través del programa Horizonte 2020. Se espera que el presupuesto alcance el billón de euros, proporcionando fondos para toda la cadena de valor cuántica en Europa.
Andrus Ansip, Vicepresidente de la Comisión para el Mercado Único Digital, dijo: «Europa está decidida a liderar el desarrollo de tecnologías cuánticas en todo el mundo. El proyecto Flagship de Quantum Technologies es parte de nuestra ambición de consolidar y expandir la excelencia científica de Europa. Si queremos desbloquear y aprovechar al máximo el potencial de las tecnologías cuánticas, debemos desarrollar una base industrial sólida que haga un uso completo de nuestra investigación «.
La segunda revolución cuántica
Las tecnologías cuánticas utilizan las propiedades del efecto cuántico – las interacciones de moléculas, átomos e incluso partículas más pequeñas, conocidas como objetos cuánticos – para crear aplicaciones prácticas en muchos campos diferentes. La llamada primera revolución cuántica, que vio la creación del campo de la física cuántica, ocurrió en la primera mitad del siglo XX y dio forma al mundo en que vivimos hoy. Por ejemplo, condujo al desarrollo de láseres y transistores. Dos tecnologías fundamentales para la construcción de computadoras, telecomunicaciones, navegación por satélite, teléfonos inteligentes y diagnósticos médicos modernos.
La segunda revolución cuántica, que ahora está en marcha, permitirá utilizar los efectos cuánticos para lograr avances tecnológicos importantes en muchas áreas, incluida la informática, la detección y la metrología, las simulaciones, la criptografía y las telecomunicaciones. Los beneficios para los ciudadanos en última instancia incluirán sensores ultraprecisos para uso en medicina, comunicaciones cuánticas y Quantum Key Distribution (QKD) para mejorar la seguridad de los datos digitales.
A largo plazo, la computación cuántica tiene el potencial de resolver problemas computacionales que podrían llevar a las supercomputadoras actuales más tiempo que la edad del universo. La computación científica que esto permitirá podría lograr avances en, por ejemplo, el diseño de procesos químicos, materiales de eficiencia energética y la generación de energía, así como el aprendizaje automático (inteligencia artificial) y el análisis del big data.