Dos ejemplos de sustitución de la iluminación tradicional por tecnología LED en entornos contemplativos llevados a cabo por Intervento demuestran como la luz se presenta como una interesante herramienta arquitectónica que además influye en las emociones.
Foto de Portada Iglesia del Sacramento, créditos José Luis de la Parra
Iglesia catedral castrense del Sacramento en Madrid
La iglesia catedral castrense del Sacramento fue proyectada por Gómez de la Mora y finalizada en 1744. La intervención realizada ha consistido en el paso a LED de toda la iluminación, lo que ha supuesto una reducción del 50% de la potencia consumida respecto a la situación de partida.
Como en cada edificio histórico en el que actúa Intervento, se ha diseñado una luminaria específica para sustituir los candelabros que servían de sistema de iluminación general en la nave y el crucero. La calidad de la iluminación resultante, así como el equilibrado reparto de la luz, confieren un orden visual que capta la atención del que se encuentra en este lugar.
Obviamente se han tenido en cuenta todas las recomendaciones para la conservación las obras de arte contenidas. Toda la iluminación es cálida con la misma temperatura de color (3000K) y la reproducción cromática es excelente.
Iglesia de San Salvador en Usurbil, Gipuzkoa
En la Iglesia de San Salvado en Usurbil, se ha realizado una intervención de bajo coste con un doble objetivo: implementar una iluminación sostenible y ofrecer una lectura del espacio lógica. El primer objetivo lo han logrado con el empleo de tecnología LED de alta calidad, dirigiendo la luz allá donde es necesario y asegurando un sencillo mantenimiento de la instalación. El segundo, equilibrando la luz en los distintos planos y generando un gradiente de luz que atraiga la vista hacia los elementos iconográficos más relevantes.
Cualquier iluminación de un espacio de esta naturaleza realizada mediante iluminación indirecta como en este caso antes de la intervención realizada, no sólo es un despropósito energético, sino que además provoca que la superficie más iluminada sea aquella que menos interés presenta. La lectura del espacio se desproporciona y se elimina la sensación de acogimiento.