En la intersección de la innovación arquitectónica y la salud ocupacional, las oficinas de planta abierta se han convertido en un lienzo para experimentar con la dinámica del espacio de trabajo moderno. Estos entornos, con su diseño abierto y colaborativo, prometían transformar la forma en que interactuamos y trabajamos en un espacio compartido. Sin embargo, la realidad ha sido a menudo más compleja y matizada. Entre el ajetreo y el bullicio de la actividad diaria, surge una pregunta crucial: ¿Cómo afectan estos espacios a quienes los habitan? Un estudio reciente se sumerge en esta cuestión, explorando no solo la Calidad Ambiental Interior (CAI) de las oficinas de planta abierta, sino también cómo la certificación WELL, un estándar emergente centrado en el bienestar y la salud, impacta en la satisfacción y el rendimiento de los ocupantes.
El análisis, realizado por investigadores de varias universidades australianas y que abarca más de 1403 encuestas en oficinas de Australia, Nueva Zelanda y Hong Kong, nos ofrece una perspectiva hasta ahora muy poco explorada. Se examinan oficinas tanto certificadas WELL como no certificadas, buscando desentrañar los misterios de la productividad, la creatividad y el bienestar en el moderno entorno laboral.
Oficinas abiertas de alto rendimiento
En la última década, el diseño de oficinas de planta abierta ha sido un tema de intenso debate en el ámbito corporativo. Estas oficinas, conocidas por su flexibilidad de diseño y eficiencia en costes, han sido tanto aclamadas por fomentar la comunicación entre trabajadores como criticadas por problemas relacionados con la Calidad Ambiental Interior (CAI), particularmente en acústica y privacidad. La llegada de COVID también ha afectado profundamente a este concepto. La adopción a gran escala del trabajo remoto ha permitido a los trabajadores producir configuraciones de oficina en el hogar a medida que se consideran superiores a los que tienen en su sede corporativa, especialmente cuando se trata de desarrollar un trabajo que requiere concentración. Como resultado, se espera que la tolerancia para los lugares de trabajo de bajo rendimiento disminuya después del COVID y que haya un renovado interés en ofrecer lugares de trabajo de alto rendimiento para la industria. Pero, ¿qué es un lugar de trabajo de alto rendimiento?
Aunque no existe una definición precisa de una oficina de planta abierta de alto rendimiento, se ha caracterizado por incluir atributos como la excelencia de la Calidad Ambiental Interior, el diseño de interiores, la sostenibilidad, la seguridad, el compromiso, la experiencia en el lugar de trabajo, la estética, la salud y la productividad de los ocupantes. Sin embargo, gran parte de la literatura actual sobre oficinas de alto rendimiento enfatiza el papel de la CAI, la acústica y la privacidad, y las nuevas formas de trabajar. Para CAI, el confort térmico y la calidad del aire, la comodidad visual y el acceso a la luz del día y el control personal han sido sus principales objetivos.
Para lograr el estatus de alto rendimiento, la industria ha adoptado durante mucho tiempo por la obtención de varias certificaciones de edificios. Al principio, el impulso fue hacia edificios sostenibles y de baja energía que son la columna vertebral de herramientas como LEED y BREAM. Sin embargo, durante la última década, el puesto objetivo de alto rendimiento cambió hacia la certificación de salud y bienestar, y desde entonces, las instalaciones certificadas bajo este buque insignia son aceptadas y celebradas en la industria como de alto rendimiento. De hecho, la rápida admisión de las herramientas y esquemas de certificación de salud y bienestar en el mercado inmobiliario corporativo es evidencia de este creciente apetito por un espacio de trabajo de alto rendimiento en la industria.
Junto con el cambio para priorizar la salud humana, varias herramientas de certificación internacional como Fitwel y WELL surgieron en la industria que van más allá de la calidad de ambiente interior para considerar la salud humana. WELL es la herramienta de más rápido crecimiento con el objetivo de transformar edificios y organizaciones para avanzar en la salud y el bienestar y ayudar a las personas a prosperar. El número de edificios con certificación WELL en Asia Pacífico se ha duplicado entre 2020 y 2021 a casi 80 millones de metros cuadrados, con Australia liderando el mercado con alrededor del 25 % del espacio de oficinas comerciales ahora bien inscrito como preparación para el regreso a los lugares de trabajo después de la COVID-19.
Mientras que los certificados internacionales más antiguos (p. ej. LEED y BREEAM) están bien investigados en varios estudios la evidencia sobre el rendimiento de los lugares de trabajo con certificación WELL sigue siendo escasa, habiendo un número muy limitado de estudios sobre el tema.
Con todo esto en mente, la nueva investigación realizada por investigadores de varias universidades australianas ha querido arrojar luz sobre las lagunas actuales que hay con relación con las oficinas de alto rendimiento y la certificación WELL, con el objetivo de investigar primero los impulsores de la productividad, la creatividad y la salud de los ocupantes en los lugares de trabajo de alto rendimiento, y en segundo lugar, explorar las diferencias entre los lugares de trabajo Certificados Well y aquellos que no lo están en un intento de probar si las certificaciones funcionan.
Metodología y resultados claves
En el estudio se analizaron los datos de un total de 1403 encuestas de evaluación posterior a la ocupación recopiladas de 14 organizaciones en Australia, Nueva Zelanda y Hong Kong.
Todos estos lugares de trabajo son oficinas de planta abierta dentro de los sectores de la construcción, la consultoría, propiedad, el gobierno, la educación, las telecomunicaciones, las finanzas, la medicina y la industria inmobiliaria. De las 14 organizaciones, 10 ya han recibido una herramienta de certificación WELL, mientras que 4 no lo han recibido ni están usando esta certificación.
Algunos de los resutlados claves que se han obtenido son los siguientes:
- Productividad y Creatividad: La privacidad visual y el acceso al exterior se revelaron como predictores clave para la productividad. En cuanto a la creatividad, el diseño interior y la disposición de la oficina fueron los factores más influyentes.
- Salud Mental y Física: Los aspectos organizacionales fueron determinantes para la salud mental, mientras que la privacidad y la CAI lo fueron para la salud física.
- Certificación WELL y Satisfacción: Las oficinas con certificación WELL mostraron mayor satisfacción en la configuración física del espacio y en los aspectos organizacionales. Sin embargo, no se observaron diferencias significativas en la salud general entre oficinas WELL y no WELL.
Los hallazgos sugieren, por tanto, que la certificación WELL puede mejorar varios aspectos de la experiencia de los empleados en oficinas de planta abierta, especialmente en términos de satisfacción con el diseño del espacio y los aspectos organizacionales. Sin embargo, es crucial notar que más del 20% de los encuestados expresaron insatisfacción con el entorno físico, independientemente de la certificación WELL.
El estudio biene a resaltar la complejidad del diseño de oficinas de planta abierta. A pesar de los esfuerzos por mejorar estos espacios, aún existen desafíos significativos, especialmente en aspectos de privacidad acústica y visual. Además, la transición a modelos de trabajo híbridos post-COVID-19 pone en cuestión la eficacia de estos diseños en el nuevo contexto laboral, donde se espera una mayor tolerancia a espacios de bajo rendimiento.
En definitiva, el estudio proporciona una perspectiva valiosa sobre cómo las certificaciones como WELL pueden influir en la satisfacción y la salud en oficinas de planta abierta. Mientras que las oficinas certificadas WELL muestran ciertas ventajas, los desafíos persisten en términos de diseño y configuración del espacio. Es fundamental que las empresas consideren estos hallazgos al diseñar o renovar sus espacios de trabajo para satisfacer las necesidades de sus empleados en el cambiante panorama laboral.
Limitaciones
Es importante reconocer que los resultados del estudio se basan en encuestas subjetivas y que solo se incluyeron 14 oficinas en el análisis. Además, otros factores fuera del espacio de trabajo pueden influir en la satisfacción y la salud de los ocupantes, lo cual no se abordó en el estudio.
Puede acceder al mismo, a través del siguiente enlace:
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0360132323007357
Imágenes: Freepik-Unsplash