El pasado miércoles 15 de enero, el aeropuerto de Alicante-Elche, quinto de España por volumen de tráfico, sufría un incendio en la cubierta de la terminal de embarque que obligó a su desalojo y cierre desde el mediodía hasta las 14.00 horas del jueves, hora en la que comenzó su reapertura progresiva. No obstante, se prevé que la terminal no recuperará plenamente la normalidad hasta dentro de un mes.
El incidente obligó a la desocupación de la parte afectada, incluyendo la zona de fingers, una zona estrecha y, por ello mismo, propensa a desembocar en el desorden y a generar el caos entre los pasajeros cuando tiene lugar un incidente que desata algún tipo de alarma.
En este contexto, Eaton, compañía líder en gestión de energía, recuerda que, a pesar de las altas medidas de seguridad, las instalaciones aeroportuarias están continuamente expuestas a incidentes de este tipo y que es preciso incrementar unas medidas que, en caso de ocurrir cualquier percance, permitan una respuesta ágil en todos los sentidos. En esta línea, existen múltiples factores que pueden desembocar en un incendio en este tipo de instalaciones, y que van desde las llamas abiertas (chispazos derivados, por ejemplo, de un arco eléctrico) a las superficies calientes generadas por una fricción o contacto que pueden igualmente desembocar en un fuego.
Si bien las medidas de seguridad al respecto son cada vez mejores, Eaton recuerda que son muchas las causas que, más allá del fuego, pueden desatar las alertas en un aeropuerto y requerir una rápida evacuación. En este sentido, la compañía destaca los avanzados sistemas de iluminación de emergencia y evacuación adaptativa que, controlados por una pequeña centralita CGLine+, permiten gestionar y monitorizar la instalación y programar diferentes escenarios y rutas de evacuación, bloqueando así los caminos en los que se encuentre el peligro para indicar tan solo aquellos seguros en cada momento.
A la vista de este panorama, José Antonio Afonso, responsable del segmento Commercial Building en Eaton Iberia, ha comentado que “incidentes como el del aeropuerto de Alicante-Elche nos recuerdan que la seguridad es un tema clave al que debemos otorgar prioridad absoluta. Totalmente ligado a este concepto se encuentra el de la evacuación, uno en el que en la mayoría de instalaciones tiene todavía un amplio potencial de mejora. Los fingers de un aeropuerto son solo un ejemplo de recovecos de una instalación que mal gestionados durante un incidente, pueden terminar por desatar el pánico entre los usuarios. Evolucionar el concepto de evacuación a uno inteligente y dinámico nos permite incrementar la fiabilidad de los planes de evacuación, y hacerlos adaptables a cada situación”.
Eaton ya ha instalado sus soluciones de evacuación adaptativa en algunos fingers en España convirtiendo una infraestructura crítica, como es un aeropuerto, en un lugar más seguro.