El País Vasco se plantea alcanzar en el período 2016-2030 un nivel de ahorro del 17%, con un papel ejemplarizante de la Administración Pública Vasca en sus edificios. Entre los objetivos está duplicar el uso de las renovables, así como reducir el consumo de derivados del petróleo un 18%, respecto al año 2015. Las inversiones necesarias en 15 años alcanzarían los 4.930 millones de euros.
La Estrategia Energética del País Vasco 2020 (3E2020) establece los objetivos, las áreas de actuación e iniciativas para el período 2011-2020, según informa el Gobierno Vasco en nota de prensa.
En estos últimos años han existido diversos factores que hacen necesaria la revisión de la vigente estrategia energética de Euskadi 2020. Por una parte, la crisis económica se ha alargado más tiempo de lo inicialmente previsto y la salida de la misma está siendo más lenta.
Por otra parte, también ha sido relevante el conjunto de reformas que ha sufrido en los últimos cuatro años el sector energético en general, y el eléctrico en particular. Estas reformas han conllevado entre otros aspectos recortes de las retribuciones de las actividades reguladas, el incremento de los costes de las tarifas de acceso para los consumidores, con una incidencia relevante en cogeneración y renovables, con la paralización de nuevas instalaciones, o el retroceso de la cuota de biocarburantes en automoción. Desde el punto de vista tecnológico, no terminan de despegar al ritmo previsto algunas tecnologías clave como es el caso del vehículo eléctrico, mientras bajan los costes de la fotovoltaica acercándose a la paridad de red.
Por tanto, aunque se han puesto en marcha un gran número de actuaciones de política energética en el marco de la 3E2020, no todas se están aproximando a los objetivos establecidos. Por ello, se ha hecho necesario revisar los objetivos 2020 y plantear un nuevo horizonte.
Control de la energía en edificios
Entre las principales líneas de actuación 2016-2030, en cuanto a los edificios y el hogar, el objetivo es avanzar en la reducción del consumo de energía, incrementando además la integración de nuevas instalaciones de aprovechamiento de las renovables para autoconsumo térmico y eléctrico.
Las actuaciones se deben de llevar a cabo tanto en las viviendas como en el sector servicios ya sea reduciendo el consumo o incrementando el uso de renovables en edificios y el hogar mediante la promoción de mejoras energéticas y sensibilización para la eficiencia y gestión.
Visión estratégica de futuro
La orientación a largo plazo de la estrategia energética del País Vasco conlleva avanzar en un sistema energético basado en la progresiva evolución del modelo socioeconómico vasco -en especial en lo referido a la industria, los edificios y el transporte-, hacia un nuevo modelo menos intensivo, de menor consumo de combustibles fósiles, orientado a la incorporación progresiva de las energías renovables, con el gas natural como energía de transición, y la energía eléctrica como principal vector energético.
El sistema energético vasco debe contribuir a los objetivos de la Estrategia Vasca de Cambio Climático 2050, que se pueden resumir en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el País Vasco, en al menos un 40% a 2030 y un 80% a 2050, respecto al año 2005; y alcanzar en el año 2050 un consumo de energías renovables del 40% sobre el consumo final.
Fuente: Gobierno Vasco.