Stephen Orlando fotógrafo afincado en Ontario, estudia el movimiento humano que combina para sus fotos con tiras de LED unidas a brazos o piernas, remos de kayak, raquetas, o cualquier otro artilugio que sea puesto en movimiento por el ser humano. Durante este movimiento toma fotos con una exposición de 20 a 30 segundos, lo que crea un efecto mágico: los objetos desaparecen de la fotografía pero cada movimiento lumínico queda capturado en la cámara.
De esta forma es como Orlando ha capturado el movimiento de la luz en la superficie de agua en una toma que se asemeja a una creación de la naturaleza.