Piense en la última decisión crítica que tuvo que tomar en el trabajo. Seguramente había muchas cuestiones en juego y, sin embargo, la mejor alternativa no estaba demasiado clara. Había que sopesar ventajas y desventajas. Y, además, usted sabía que su elección tendría unas consecuencias importantes para su empresa y sus empleados. ¿Cómo se sintió al tomar esa decisión? ¿Y después?, finalmente cree que ¿fue una buena opción?
Cuanto más importante es la decisión para la empresa, más difícil es tomarla. Para tomar las determinaciones más acertadas hay que procurar que el proceso de decisión sea lo más científico y objetivo posible. Vamos a intentar explicarle un proceso de 8 pasos para ayudarle a tomar una resolución que pueda resultar de ayuda.
Usted como directivo sabe que tiene que tomar decisiones todos los días: algunas sencillas como asignar un proyecto a un miembro del equipo y otras más complicadas como pueda ser elegir un nuevo proveedor o interrumpir la fabricación de un producto debido a las bajas cifras de ventas.
Muchos directivo tienden a considerar la toma de decisiones como un acontecimiento puntual, una decisión que hay que hacer en un momento dado, por lo general por parte de un individuo o un pequeño grupo. Sin embargo la realidad es que las decisiones importantes raramente son tomadas sobre la marcha por un individuo o por un pequeño grupo. La toma de decisiones en un proceso de grupo se suele desarrollar en el tiempo.
Decía Peter Drucker que “Los ejecutivos eficaces sabes que la toma de decisiones tiene su propio proceso sistémico y sus propios elementos claramente definidos”
Tomar decisiones en 8 pasos
El proceso de toma de decisiones que vamos a explicar consta de ocho pasos:
- Crear las condiciones. Le aconsejamos en primer lugar seleccione a los participantes y determine cómo se tomará la decisión: ¿mediante consenso o por mayoría? Durante las reuniones, especialmente las iniciales, anime a sus miembros a entablar un diálogo sincero que favorezca el debate.
- Reconocer los obstáculos. Los prejuicios de las personas y la dinámica de grupo pueden ser obstáculos en el proceso de decisión. Si anticipa y reconoce sus tendencias, podrá tomar medidas para evitarlas.
- Plantear el tema en cuestión. Para tomar una buena decisión es imprescindible comprender bien la cuestión que se está tratando y sus causas.
- Generar alternativas. Aclarada la cuestión, genere un debate creativo para desarrollar propuestas de acción alternativas.
- Evaluar las alternativas. A continuación, evalúe la viabilidad, el riesgo y las implicaciones éticas de todas las formas posibles de actuación.
- Tomar la decisión. Elija una alternativa.
- Comunicar la decisión. Determine a quién hay que notificar la decisión y comuníquela de manera efectiva.
- Llevar a la práctica la decisión. Determine las tareas necesarias para poner en práctica la decisión, asigne recursos y establezca fechas límite.
Hacer los ajustes necesarios
La mayoría de los planes de puesta en práctica necesitan ajustes. Hay que tener en cuenta que las condiciones cambian con el tiempo. Por lo tanto, a menudo se necesita hacer ajustes ocasiones, que van desde pequeños retoques a cambios completos.
¿Qué pasa si la decisión que ha puesto en práctica no funciona como esperaba? En la mayoría de los casos, se puede introducir correcciones. Puede que sólo necesite hacer unos pequeños ajustes a la decisión tomada. Pero a veces, puede suceder que la alternativa elegida sencillamente no funciona. En tales casos, tiene que revisar el proceso de decisión:
- Compruebe que la cuestión fue correctamente planteada. ¿Ha descubierto alguna cosa que le haga pensar que el problema es diferente de lo que imaginaba en un primer momento?
- ¿Ha habido un cambio de objetivos? ¿Tiene nueva información que no poseía antes? Tal vez ve ahora que un objetivo tendría que haber sido considerado más importante y otro menos.
- ¿Se ha enterado de otra alternativa que no fue, considerada en su momento? O ¿ve las cosas ahora desde una perspectiva diferente que le lleve a evaluar de nuevo los datos anteriores?
- Revise de nuevo el proceso de decisión, preferiblemente sin repasar los primeros resultados. Con la experiencia de poner en práctica una alternativa, hay muchas posibilidades de que cambie de opinión sobre cómo se adaptarán algunas de las otras alternativas a sus objetivos.
Después de haber evaluado cómo se adaptan las distintas alternativas a los diferentes objetivos, vuelva a los resultados de su primera evaluación. Cuando encuentre discrepancias entre los resultados de ambas evaluaciones, decida cuál se adapta mejor a sus objetivos a la luz de los conocimientos que ahora posee.
Bibliografía: Harvard Business Review