El cormorán moñudo es una especie de ave marina amenazada que cuenta en Galicia y Asturias con unas de las poblaciones más importantes de la Península Ibérica. Una de las principales amenazas detectadas para esta especie es la mortalidad accidental que se produce en las artes de pesca de enmalle, como por ejemplo los trasmallos, especialmente en los individuos juveniles.
Es por ello que Investigadores del Departamento de Biología de Organismos y Sistemas de la Universidad de Oviedo y del grupo de Ecología Animal (GEA) de la Universidad de Vigo pusieron en marcha el año pasado un proyecto para evaluar la efectividad de la instalación de dispositivos disuasorios tipo LED en las artes de pesca con el fin de proteger esta especie.
El profesor David Álvarez Fernández, del Departamento de Biología de Organismos y Sistemas, destaca que, durante el primer año de desarrollo de la investigación, se han marcado 46 aves juveniles con dispositivos GPS en diferentes colonias de Galicia, lo que ha permitido obtener más de 18.000 localizaciones.
En el caso de Asturias, debido al acusado descenso de la población y a las dificultades de acceso a los nidos durante la pasada temporada, no se pudo marcar ningún ejemplar, pero se volverá a intentar en los próximos años. El análisis espacial de estos datos indica que existen diferencias ligadas al sexo en los movimientos dispersivos de los jóvenes, siendo las hembras las que más se dispersan. Además, según este investigador, los análisis indican que el área de campeo de juveniles aumenta con la edad, situándose en un radio máximo de cuatro kilómetros alrededor de las colonias de reproducción durante los meses de mayo-junio para posteriormente localizarse a un máximo de ocho kilómetros.
Los experimentos de campo llevados a cabo en Galicia y Asturias han permitido demostrar, según este investigador, que la instalación de luces disuasorias tipo LED en los aparejos de pesca no tiene ningún efecto sobre la actividad pesquera, ya que no afecta a las capturas obtenidas, ya sean de interés comercial o no, ni al rendimiento económico derivado de la actividad. Los mismos experimentados han confirmado las sospechas de la alta mortalidad que se da en este tipo de artes. Durante el transcurso del proyecto se pudo constatar la muerte de, al menos, 5 individuos. Aunque no se ha observado un efecto positivo de los dispositivos LED en la reducción de la mortalidad accidental, los resultados sugieren una asociación de la mortalidad con ciertas condiciones ambientales que podrían haber afectado a la efectividad de los dispositivos.
En su conjunto, los resultados del proyecto apuntan que se debería realizar una gestión temporal de las pesquerías de enmalle en las zonas de mayor uso por parte de las aves juveniles, por ejemplo, limitando el número de barcos que faenan cerca de las colonias (<4km) durante los meses mayo-agosto. Además, sería recomendable validar mediante estudios a mayor escala la efectividad de estos dispositivos disuasorios. Por último, los investigadores ven recomendable realizar un estudio pormenorizado in situ del uso de las artes de enmalle y su relación con la mortalidad, así como implementar medidas de mitigación en las zonas de especial protección como por ejemplo espacios de la Red Natura que cuenten con importantes poblaciones de la especie, incluyendo el Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia y la costa occidental asturiana.
El proyecto, denominado «Acciones para reducir la mortalidad accidental del cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis) en artes de pesca de enmalle en la Demarcación Marina Noratlántica» (ENCORAT), ha contado con la financiación de la Fundación Biodiversidad y del Ministerio para la transición Ecológica y Reto demográfico, a través del programa PLEAMAR, cofinanciado por el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP 2020).
Fuente de imágenes: Universidad de Oviedo