Los conductores de motocicletas tienen hasta 27 veces más probabilidades de morir en un accidente que los vehículos de pasajeros normales. La conducción nocturna es especialmente peligrosa, ya que representa casi la mitad de los accidentes mortales. Es en estos escenarios donde la iluminación puede jugar un papel fundamental a la hora de prevenir accidentes, más teniendo en cuenta que una de las posibles causas tras este grán número de accidentes es que los conductores se equivocan al jugar los movimientos y dimensiones de la motocicleta en la calzada.
Una nueva investigación ha descubierto como una nueva configuración del sistema de iluminación de la moto, seis luces que van desde la parte superior a la inferior de la motocicleta en vez de un único faro, podría ayudar a mejorar la capacidad de los demás conductores para verlos.
“Como las motocicletas son más pequeñas que muchos otros vehículos, a los demás conductores les resulta más difícil juzgar con precisión su movimiento en la calzada. Es especialmente difícil por la noche, cuando una motocicleta sólo tiene un faro, porque los demás conductores no pueden ver toda la altura o anchura de la motocicleta”, explica Bradley Weaver, autor principal del estudio e ingeniero de factores humanos e investigador que hizo su tesis doctoral sobre el tema.
El objeto del estudio era comprender mejor cómo perciben los conductores un conjunto de faros de motocicleta que se aproximan durante la conducción nocturna y determinar si configuraciones alternativas de estos faros pueden mejorar los juicios perceptivos de los conductores.
Para ello, los investigadores Pat DeLucia de la Universidad de Rice y Bradley Weaver de Emory Healthcare (doctorado en Rice), reclutaron a 35 personas de entre 19 y 70 años para participar en una simulación de conducción en laboratorio. Los investigadores midieron la rapidez con la que los participantes veían las motocicletas con varias configuraciones de iluminación mejoradas que iluminaban toda su altura y anchura.
El primer experimento examinó si los conductores eran más sensibles a la expansión óptica horizontal o vertical y si estos podrían integrar estas dos dimensiones para lograr un umbral de aparición más bajo. Un segundo experimento se basó en estos resultados para probar si las configuraciones de faros alternativas que maximizaban el tamaño eran mejores que otras configuraciones de faros de motocicleta y los faros de un coche. En ambos experimentos, se indicó a los participantes que presionaran un botón para indicar cuándo percibieron por primera vez que un vehículo que se aproximaba estaba cerrando en condiciones de conducción nocturna.
Cada uno de los nuevos diseños mejoró los tiempos de respuesta en comparación con un solo faro, pero los participantes reaccionaron más rápidamente con la configuración de seis luces. Los resultados, publicados recientemente en Transportation Research Part F: Traffic Psychology and Behaviour, mostraron que la mejora de la iluminación podría hacer que los demás automovilistas pudieran ver las motocicletas hasta 0,8 segundos antes.
“Menos de un segundo puede no parecer mucho, pero reducir el tiempo de respuesta de un conductor ante una posible colisión puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte», afirma DeLucia, profesor de ciencias psicológicas que investiga los factores humanos, sobre todo relacionados con el transporte y la atención sanitaria.
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