Un actor esencial en el entramado de un sistema de control de iluminación es el sensor, sin él no dispondríamos de información para marcar el funcionamiento de manera eficaz. Existen sensores para medir multitud de variables como movimiento, luminosidad, calidad del aire, temperatura…
Vamos a hacer un repaso de los sensores esenciales que podemos instalar a la hora de plantear una solución de control de iluminación eficaz teniendo en cuenta la función de los mismos como por ejemplo, regular la iluminación en pasillos para no encontrarnos nunca a oscuras evitando, a su vez, encendidos innecesarios con los sensores de presencia. También podemos regular el flujo de las luminarias para que, aprovechando la luz natural que penetra en las diferentes estancias, podamos ahorrar energía sin perder confort al mantener un nivel homogéneo a lo largo del día o incluso podemos llegar a modificar la temperatura de color de la luz para adaptarla a las necesidades de nuestros ritmos bilógicos.
Detección de ocupación
Utilizando detectores de movimiento garantizaremos la activación del sistema de alumbrado cuando sea necesario…y solo cuando sea necesario.
Existen varios tipos de detectores en función del tipo de instalación, de su aplicación o de la tecnología utilizada. La elección del dispositivo apropiado es fundamental para garantizar el correcto funcionamiento de la instalación, por lo que tendremos que tener en cuenta la suma de todas estas variables:
- Tipo de instalación:
Techo o Pared
Empotrado o Adosado
Interior o Exterior
- Aplicación:
Pasillos, zonas de paso, aseos
Aulas, despachos
Entornos industriales
Parking
- Tecnología:
PIR (Infrarrojo Pasivo)
Ultrasonidos o microondas
La señal de control de salida que utilicemos, desde el corte de alimentación de las luminarias hasta dispositivos que generen una señal de comunicación como DALI o 1-10V, para luminarias regulables con las que poder configurar modos de funcionamiento avanzados y, la elección de si el detector incorpora una fotocélula que limite la activación únicamente cuando el nivel de luz ambiental sea insuficiente, completan el conjunto de parámetros que tenemos que definir a la hora de proyectar.
Regulación automática en función del aporte de luz natural
En entornos que disponen de entrada de luz natural como ventanas o lucernarios, durante buena parte del día, no es necesaria la utilización de luz artificial.
Pero, ¿Qué ocurre en otros momentos en los que solo el aporte de luz natural es insuficiente para garantizar los niveles de luminosidad apropiados pero el sistema de alumbrado supera excesivamente esos mínimos?. La mejor forma de resolver de manera eficiente esta situación, manteniendo un nivel de iluminación contante a lo largo del día, es a través de la instalación de fotocélulas y posteriormente, configurando nuestro sistema de control para mantener el nivel prefijado. Para ello, tenemos que tener en cuenta tanto la luz artificial como la natural con el objetivo de conseguir que cada luminaria aporte el flujo necesario para garantizar la cantidad de luz deseada, no más.
A este respecto la normativa reguladora, el CTE Documento Básico HE3 en su apartado 2.3.b) es claro: se instalarán sistemas de aprovechamiento de la luz natural, que regulen proporcionalmente y de manera automática por sensor de luminosidad el nivel de iluminación en función del aporte de luz natural de las luminarias de las habitaciones de menos de 6 metros de profundidad y en las dos primeras líneas paralelas de luminarias situadas a una distancia inferior a 5 metros de la ventana.
Como ejemplo, en una oficina con 3 líneas de luminarias paralelas a la ventana, con aporte de luz natural en un día soleado, probablemente la primera línea estará apagada, la segunda al 30% de flujo y la tercera al 60%. De esta manera en el plano de trabajo tendremos un nivel homogéneo, en el caso de una oficina, rondando los 500lx.
Estos sensores pueden ser de funcionamiento autónomo, con un nivel de referencia que podremos grabar o, si los conectamos a un sistema de control avanzado, nos servirán como indicadores de medida. Para ello, a través del sistema de control, configuraremos las pautas de funcionamiento. Éstas pueden ser fijas a lo largo del día o variables en función de los criterios de uso de la instalación o de un cierto horario. Del mismo modo podremos colocarlos sobre la superficie en la que queremos garantizar el nivel de referencia o medir la entrada de luz natural y en base a esa medida extrapolar la luz artificial necesaria en nuestra instalación. Por un lado, la cantidad de luz y por otro, el tipo de luz…
Cambio de temperatura de color de la luz
Existe toda una corriente de estudio y desarrollo de fuentes de luz y sistemas de control orientados al ser humano (HCL o Human Centric Lighting), que centra su atención en como la luz afecta a nuestra salud, rendimiento, estado de ánimo o sencillamente al confort que nos aporta.
Uno de los puntos clave de este movimiento proviene del hecho de poder aprovechar que la tecnología actual permite, de una manera sencilla, seleccionar una temperatura de color variable dentro una misma luminaria. Múltiples estudios avalan la importancia de la influencia de la luz y la temperatura de color en los ritmos biológicos. La longitud de onda que el ojo humano percibe, parece condicionar la segregación de algunas sustancias relevantes en nuestra salud.
La combinación de una fuente de luz de temperatura de color variable con un sistema de control para gestionar ese cambio, aparece como recurso para aprovechar la oportunidad de crear luz saludable. Hoy podemos emular las distintas formas en las que recibimos la luz natural en cada momento y minimizar el impacto ante la ausencia de esta.
Telecontrol y Telegestión
Dispositivos conectados a internet, de todo tipo, el internet de las cosas o IoT (Internet of Things).
La posibilidad de interconectar sensores y detectores está abriendo un mundo de posibilidades. La cantidad de información que podemos recopilar tanto en local como en remoto, nos permite ajustar el funcionamiento de cada luminaria en tiempo real y controlar multitud de factores como la ocupación, el nivel de luz natural en ese momento o la hora del día. Una vez combinadas estas variables, podemos ajustar la activación del sistema de alumbrado en función del flujo deseado y la temperatura de color más adecuada si detecta presencia.
Estas son algunas claves a la hora de proyectar e implementar sistemas de control de iluminación eficientes. Con una red interconectada de detectores apropiados y con luminarias regulables en flujo y en temperatura de color, convertiremos el sistema de alumbrado en inteligente.
Autor: Óscar Fañanás Mata, Responsable de Sistemas de Control de Prilux