Cuando se trata de proteger la vida y la propiedad, no hay espacio para dudas y la falta de compromisos. En un mundo en constante cambio como es el actual, los propietarios y empresas de mantenimiento y gestión de edificios comerciales e industriales deben mantenerse al día con la naturaleza cambiante del riesgo.
Incendios en instalaciones, cortes de energía, e incluso terrorismo son algunas de las causas más habituales por las que es necesaria la implementación de un sistema de evacuación en edificios comerciales e industriales. Este tipo de peligros, en los que la vida humana se encuentra en jaque, exigen un enfoque diferente a la hora de planificar los circuitos de iluminación de emergencia y definir apropiadamente las rutas de evacuación y apoyarse en la iluminación de emergencia para subsanar los problemas y de planificar una evacuación segura efectiva.
Pero, ¿cómo sabemos si los elementos que incluimos y las rutas de salida que planeamos son los más óptimos? Eaton, empresa líder en gestión de la energía, considera que hay una serie de criterios que todo edificio comercial e industrial debe seguir para implementar con éxito una instalación de evacuación segura:
- Asegurar el cumplimiento de la normativa de construcción. Para que una instalación de este tipo sea eficaz, lo debe ser en todos los sentidos, empezando por la propia construcción del alumbrado. Por ello, los aparatos han de cumplir con la norma UNE-EN 60.598-2-22, así como con la norma UNE 20.392 o UNE 20.062, dependiendo del tipo de luminaria que sea. Además, toda la iluminación de emergencia debe estar clasificada según su construcción y atendiendo a diferentes criterios (tipo, modo de funcionamiento, dispositivos y duración para aparatos autónomos).
- Adecuarse a las directivas estatales y autonómicas. Cada país y comunidad autónoma son diferentes y, por tanto, la instalación que se realice debe tener en cuenta qué dice su legislación. En el caso de España, el estado sienta las bases, pero cada comunidad especifica los requerimientos dentro de su territorio. La normativa autonómica es la encargada de regular que los equipos funcionen y dispongan de la autonomía necesaria para funcionar tras un fallo en el suministro, así como de indicar los criterios de seguridad y cuándo han de realizarse las inspecciones periódicas de las instalaciones.
- Tener en cuenta el tipo de local o espacio. Como no es lo mismo la definición de un plan de evacuación de emergencia para un estadio que para una cafetería o un edificio de oficinas, es importante conocer bien el espacio en el que se va a implantar: dimensiones, capacidad, uso que se le da al espacio, dificultad de evacuación por cómo está construido, etc. Tras este análisis, si un local es considerado de pública concurrencia, debe adecuarse a determinadas normas que marcan cómo debe realizarse la instalación (reglamento de baja tensión, código técnico de edificación y de protección contra incendios en edificios, y normativa de alumbrado de emergencia UNE EN-1838:2016).
- Realizar ensayos en diferentes condiciones. Como parte de una buena planificación pre-instalación, es importante que se lleven a cabo pruebas en laboratorios de iluminación con las que asegurar el cumplimiento de los requisitos de ingeniería lumínica. Así mismo, los productos también deben verse expuestos a condiciones extremas y a pruebas de su ciclo de vida que respalden su funcionamiento. Es más, según la propia normativa, es de obligatorio cumplimiento que la luminaria de emergencia se someta a dichos ensayos (funcionamiento en altas temperaturas, endurancia, conmutaciones, protección, etc.)
- Emplear sistemas de gran eficiencia lumínica. La tecnología LED no solo tiene una función dentro del ahorro energético, sino que también proporciona una mayor eficiencia lumínica. Así, los equipos de iluminación de emergencia LED son capaces de cubrir una mayor superficie; contar con ellos en la instalación es esencial para proporcionar la mayor visibilidad posible en situaciones críticas.
- Establecer un mantenimiento óptimo de la instalación. El mantenimiento no solo debe planificarse una vez se tiene realizada la instalación; debe plantearse su necesidad desde el principio. Por mucho que se tengan los mejores equipos, si no se planifica un mantenimiento óptimo del sistema, existe el riesgo de que los aparatos dejen de funcionar correctamente, provocando que la evacuación no sea segura.
- Incorporar equipos de alumbrado inteligentes. Aunque la iluminación de emergencia tradicional y autónoma es una buena opción, bien es cierto que en situaciones críticas donde puede reinar el caos, lo recomendado es ir más allá de los mínimos establecidos por la normativa. Por eso, la instalación más idónea debe contar con sistemas con una visibilidad incrementada de la señalética y con una señalización adaptativa que, según la naturaleza del peligro, cambie y adecue el escenario de evacuación para guiar a las personas hacia la ruta de salida más segura, en especial en edificios donde la gente no está familiarizada con la disposición de las zonas o rutas de escape.
Para José Antonio Afonso, responsable del segmento Commercial Building de Eaton España, “ir un paso por delante de las bases que marcan las directivas europeas, estatales y autonómicas es lo que hace que la evacuación de masas sea verdaderamente segura. Son muchos los criterios que hay que tener en mente para una instalación óptima y eficaz, pero para que la implantación de los equipos y sistemas sea la adecuada, se requiere de una buena investigación del espacio y entorno, de una planificación exhaustiva y de contar con los mejores productos. Cuando se incluye el factor humano en la ecuación, no se deben correr riesgos”.
Fuente de imagen: Eaton