El mundo entero vive una coyuntura energética similar, en la que o se agotan las fuentes de energía principales o se encuentra una mejor fuente de energía. En Costa Rica a estos factores se suma un factor político-económico: las tarifas suben. Ante la demanda de la sociedad, el Gobierno ha propuesto una mesa de diálogo en la que participan más de 60 actores entre ambientalistas, empresas, entidades públicas y otras entidades que pretende definir una nueva matriz energética.
Luis Guillermo Solís prometía en su campaña bajar las tarifas “ya” pero una vez al mando del país no pudo hacerlo tan rápidamente y en Julio anunciaba un “diálogo nacional sobre la matriz energética” que pretende definir la política energética para las próximas décadas. El objetivo es establecer una matriz consensuada que permita efectivamente bajar las tarifas, que suben incesantes en estos últimos tiempos, en un dialogo que ya ha comenzado. El gobierno espera conseguir una política pública energética que marque las líneas de actuación concretas para las entidades públicas como el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), así como las posibilidades para el sector privado.
El ministro de Ambiente Édgar Gutiérrez se mostró satisfecho por el avance del diálogo que si bien no garantiza la bajada de precios, si que servirá para fundamentar la propuesta Sectorial de Energía, que definirá esa política, prevista inicialmente para marzo del 2015, aunque Solís ya retrasó la fecha a abril.
Más de 60 actores definirán las líneas de la política energética
Dos de los puntos que se analizarán fuertemente en la discusión sobre la matriz energética, son el aumento de la participación de los generadores privados y los costos para producir del ICE. Para ello, según el Ministro Gutierrez la mesa ya tiene 67 actores incluyendo ecologistas, cámaras de empresarios, asociaciones de generadores o indígenas. Sin embargo, algunos diputados y el sector empresarial reclaman acciones concretas como la aprobación de proyectos de ley como el Plan de Contingencia Eléctrica que propone ampliar las posibilidades del sector privado en generación hidroeléctrica. Pero antes de tomar estas decisiones, según Gutierrez, la política deberá definir si se quiere explotar más o menos una fuente de energía como pueda ser por ejemplo más geotermia, gas natural o hidroelectricidad, o incluso el hidrogeno que aparece como una opción, según el trabajo del científico Franklin Chang. Siempre se tendrá en cuenta la eficiencia energética, para usar la inteligencia y decidir sobre toda la matriz.
La puesta en marcha de acciones concretas se podrá llevar a cabo según explicó la viceministra Irene Cañas tanto desde el Poder Ejecutivo, como desde la Aresep e incluso por medio de proyectos de ley. Lo que si realizará el ejecutivo dijo Cañas en el inicio de la reunión, es el modelo tarifario que podría llevar a una reducción de las tarifas.
En su intervención, Jorge Blanco ex-gerente de Refinación y de Proyectos de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), insistió en que el país debe estar abierto a variar y completar la matriz energética con algo más que energías renovables. Una de las opciones propuestas pasaría por el gas natural, ya que en geotermia, fuente en la que se insiste en el diálogo como medio para ampliar la matriz, tan solo se sabe por ahora del recurso en Miravalles (300 MW). Por otra parte según Blanco la demanda en el país crece poco, alrededor de 1% y con programas de eficiencia y ahorro, ésta disminuirá. El experto señala tres escenarios para el ICE: pequeños proyectos hidroeléctricos y eólicos; la entrada en funcionamiento del proyecto hidroeléctrico Diquís, que aún presenta incertidumbre; y el gas natural y se posiciona a favor del tercero.
Posibilidades del Gas Natural
Mientras Costa Rica tiene una ley que permite la exploración y explotación de hidrocarburos como el petróleo y el gas natural, una Ley de 1994 establece una moratoria para el petróleo si bien también tiene reglamentos, para la eventual producción de energía basada en el gas natural, que dotaría al país de mayor seguridad energética además de ser más barata.
En este país fuertemente dependiente de la energía hidroeléctrica, las renovables y nuevas energías se suman a diario más y más defensores. Sin embargo, los expertos insisten en que si el país no se sale del modelo basado en fuentes renovables, las tarifas no bajarán.
En Costa Rica el gas natural poco explotado hasta el momento representa una de estas nuevas energías y recientemente el sector privado, académico y público analizaron las posibilidades del gas natural, en el congreso “Gas Natural: Mitos y Realidades”, organizado por la Agencia para el desarrollo de Zona Económica Especial Zona Norte (ZEE). Los debates mostraron como en estudios de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), de hace varias décadas, se identificaron yacimientos de gas natural. A partir de ahí se podrían definir aspectos técnicos como la perforación de un pozo y la posterior producción, sin que sea a largo plazo. Se trata de una opción por la que se decantan varias voces debido a la diferencia en el costo de energía al ser un recurso más barato, abundante y mejor en aspectos ambientales además de existir tecnologías para explorar posibles yacimientos de gas natural en el subsuelo por lo que se convierte en la fuente de energía del futuro.
El exministro de Ambiente, Roberto Dobles es uno de sus defensores pero va más allá enfocándolo como un asunto fiscal y financiero para el país. Según recuerda Dobles, al importar los combustibles derivados de petróleo, se les carga el impuesto único. Además hay que pagarlo a los países, lo cual se evitaría produciendo internamente el gas natural que además aportaría ingresos al fisco. Sin embargo, Jorge Blanco, profesor de la Escuela de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Costa Rica y consultor especialista en generación eléctrica, ante la posible falta de voluntad de explotar, prevé la posibilidad de importar gas natural, escenario en el cual Recope debería tener una participación.
Otros países limítrofes como Nicaragua, u otros algo más alejados como Brasil o Bolivia, están fortaleciendo la exploración de gas natural en sus territorios, con el apoyo de empresas privadas. Recientemente Nicaragua otorgó una concesión a una compañía británica y otra noruega, según informó el gobierno de Daniel Ortega. Según el Ministerio de Energía y Minas de ese país, Nicaragua cuenta con 104.122 kilómetros cuadrados disponibles para la exploración y explotación de hidrocarburos, tanto en el Pacífico como en el Caribe.
Posible refinería de petróleo con China
El gobierno en voz del ministro Gutiérrez, no niega su dependencia de los combustibles fósiles que estarán en nuestra economía durante medio siglo más y para los cuales una refinería es un “mal necesario” en vista de la alimentación de la flota de vehículos para el transporte de mercancías. Por ello se encuentra a un mes de viajar a China para decidir si se avanza o se desiste de un proyecto de refinería en conjunto con este país. Para el ministro, tener eficiencia implica disponer de buenos combustibles, sin embargo se resigna a tener una refinería que dote al estado de “soberanía” ante los precios internacionales y productos más limpios.
Tras la mesa de diálogo de electricidad el gobierno iniciará la de transportes, un sector en el que de momento solo se perciben iniciativas aisladas de incorporar vehículos eléctricos e híbridos, en las flotas privadas de las empresas.