Aquellas especies que dependen de la oscuridad para buscar comida y alimentarse pueden estar perdiendo el “don” del camuflaje gracias a los avances en la iluminación de las ciudades y costas de todo el mundo.
Esta es la conclusión de un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Plymouth y del Plymouth Marine Laboratory (PML), dónde se ha examinado el potencial de la luz artificial en la noche para afectar el mecanismos de camuflaje de las especies costeras.
Los resultados muestran como la iluminación de amplio espectro puede alterar una serie de procesos ecológicos guiados por la vista, como por ejemplo, mejorar significativamente la capacidad de un depredador para discriminar las especies de presa frente a un fondo natural. La magnitud del efecto varía en función del color del organismos, lo que significa que ciertas variaciones de color puedan correr un mayor riesgo.
“Este estudio indica claramente que las nuevas tecnologías de iluminación aumentarán la visibilidad de las especies presa al reducir la eficacia de su camuflaje. Nuestros resultados revelan que las especies de caracoles Littorinid que se encuentran habitualmente en nuestras costas permanecen camufladas cuando se iluminan con luces de estilo antiguo. Sin embargo, cuando se les ilumina con una luz moderna de amplio espectro, son claramente visibles para los depredadores y, en consecuencia, corren un riesgo mucho mayor a largo plazo”, explica Oak McMahon, que dirigió la investigación mientras estudiaba un máster en Ciencias Marinas Aplicadas y ahora es candidato a doctor en la Universidad de Plymouth.
Alumbrado de amplio espectro y camuflaje
A medida que las tecnologías de iluminación han ido evolucionado durante los últimos años, se ha producido un cambio del sodio de baja presión (LPS, por sus siglas en inglés) de espectro estrecho a luminarias que emiten una gama más amplia de longitudes de onda, incluyendo el sodio de alta presión (HPS), haluro metálico (MH) y, más recientemente, la tecnología LED.
Se han planteado numerosas preocupaciones con respecto a los impactos ecológicos previstos de la iluminación de amplio espectro, ya que esta es probable que permita mejor la discriminación de color. Uno de ellos, quizás el más intuitivo pero muy poco evaluado, es la invasión de la luz por la noche que permite comportamientos guiados por el color que antes solo eran posibles durante el día o posiblemente bajo luna llena.
El camuflaje es empleado por un gran número de organismos. Si bien los métodos de camuflaje varían considerablemente, la estrategia más común se conoce como coincidencia de fondo, donde la coloración y el patrón de un organismo se asemejan a su hábitat típico.
La coloración críptica, es decir, un fenómeno de coloración protectora en la que un animal se mezcla con el fondo mediante la imitación del color y patrón, puede alterar drásticamente la visibilidad y es una estrategia esencial de evitación de depredadores en muchas especies, particularmente para los organismos sésiles (organismo acuático que crece adherido o sujeto al sustrato, del cual no se separa ni se desplaza), que no pueden depender de la evasión.
Por todo ello, el potencial de la iluminación de amplio espectro para afectar a la visibilidad de las presas camufladas parece ser claro. Tales impactos podrían alterar el equilibrio de las interacciones depredador-presa, la dinámica de la población y la estructura genética de las poblaciones polimórficas.
En este nuevo estudio, se analiza cómo la transición hacia la iluminación de amplio espectro puede mejorar la capacidad de un depredador para discriminar a las especies de presas sobre un fondo natural.
Ensayando la visibilidad
Para realizar la investigación, los científicos utilizaron un modelo bien establecido para determinar la visibilidad de tres morfos de color distintos del caracol Littorinid que se encuentra comúnmente a lo largo de las costas de todo el mundo.
Compararon la apariencia de las especies ante tres depredadores costeros comunes cuando eran iluminados por diferentes formas de iluminación. Entre ellas, la iluminación de sodio de baja presión (LPS) del siglo XX, tres tipos de iluminación moderna de amplio espectro -sodio de alta presión (HPS), diodos emisores de luz (LED) y haluro metálico (MH)- y la luz natural proporcionada por el sol y la luna.
Los resultados, publicados recientemente en el Journal of Applied Ecology, muestran como bajo iluminación LPS, todos los caracoles se camuflaban eficazmente. Sin embargo, cuando estaban iluminados por LED, MH, el sol o la luna, los caracoles amarillos eran significativamente más visibles que los marrones y los oliva en la mayoría de los casos.
En todos los depredadores estudiados, un cambio de LPS a tipos de luz más amplios (HPS, LED y MH) aumentó la capacidad de percibir presas. Esto se debe probablemente a que la composición espectral más amplia estimula los múltiples fotorreceptores de los depredadores, mejorando la discriminación de color a través de mecanismos de oponente visual que se basan en las diferencias entre las señales receptoras.
“La capacidad de iluminar nuestro entorno las 24 horas del día ha transformado los paisajes urbanos en el último siglo y ha dado paso a lo que algunos llaman el Urbanoceno. El cambio del resplandor anaranjado sobre las ciudades, típico de mi juventud en los años 70 y 80, se ha desplazado ahora mucho más hacia los LED de amplio espectro y bajo consumo, que incluso nos permiten a los humanos percibir correctamente el color. Este trabajo muestra que este avance tiene ramificaciones adicionales para el mundo natural, que tiene que adaptarse a un ritmo cada vez mayor a los cambios artificiales que estamos haciendo en el medio ambiente. Tenemos que aprender a adaptar nuestras tecnologías para evitar las peores consecuencias de su adopción”, añade el Dr. Tim Smyth, Jefe de Ciencia de Biogeoquímica y Observaciones Marinas de la PML y coautor de la investigación.
Los investigadores subrayan que, aunque pueda parecer intuitivo sugerir el uso de una iluminación de espectro estrecho para evitar estos impactos, los efectos de la luz artificial en la noche van más allá de los observados en el camuflaje y que todas las partes del espectro visual tendrán probablemente algún impacto ecológico.
Créditos de imágenes: Universidad de Plymouth