La transición energética en los municipios rurales y de montaña plantea un doble desafío: reducir el consumo y las emisiones sin alterar un patrimonio natural y astronómico de gran valor. Talarn, un pequeño municipio de la provincia de Lleida, ha convertido esa situación en una oportunidad.
En el corazón del Pallars Jussà y a orillas del río Noguera Pallaresa, Talarn ha acometido recientemente una renovación integral de su alumbrado público. El municipio se encuentra en el área de influencia del Parc Natural de l’Alt Pirineu y de la Serra del Montsec, donde el cielo nocturno constituye uno de los valores ambientales más frágiles y mejor conservados del país. El Montsec, de hecho, es desde 2013 Destino Turístico Starlight y Reserva Starlight, reconocimientos otorgados por la UNESCO y el Instituto de Astrofísica de Canarias por la excepcional calidad de su cielo.

Por ello, el principal objetivo del municipio al abordar la renovación de su alumbrado ha sido redefinir la relación entre la luz, el territorio y la biodiversidad, en coherencia con su clasificación como zona de especial protección lumínica E1, la más exigente de la normativa catalana.
Para ejecutar la actuación, el Ayuntamiento de Talarn ha contado con la colaboración de Carandini, que ha suministrado las luminarias Clamod, Spin y Mikos, todas ellas de alta eficiencia y diseñadas específicamente para cumplir con los requisitos de las zonas E1. Estas soluciones incorporan fuentes de luz ámbar, reconocidas por su bajo impacto ambiental y su idoneidad para entornos de elevada sensibilidad ecológica.

En el centro urbano se ha optado por la luminaria Clamod, de estética clásica, que proporciona una iluminación funcional y uniforme en calles estrechas. En las plazas y espacios de encuentro se han instalado columnas múltiples Spin, capaces de combinar distintas alturas y ópticas para generar una luz equilibrada y acogedora. Por último, en los elementos patrimoniales, como la Iglesia de San Martí, se ha empleado el proyector Mikos, que permite realzar la arquitectura local sin interferir en la oscuridad del cielo nocturno.

Todo ello ha permitido reducir el consumo energético, ajustar los niveles de iluminación a las necesidades reales de cada espacio y priorizar tecnologías de bajo impacto ambiental. Gracias a esta intervención, se estima una reducción media del 50 % en la potencia instalada, junto con un ahorro del 67 % en consumo y coste energético, además de una disminución significativa de las emisiones anuales de CO₂.
El resultado no solo destaca por su eficiencia, sino también por la calidad lumínica alcanzada. A pesar de que las ópticas empleadas emiten luz ámbar, el sistema logra un índice de reproducción cromática (CRI) superior a 70, demostrando que, incluso con temperaturas de color ultracálidas, es posible obtener una iluminación precisa y confortable dentro de las limitaciones propias de este tipo de fuentes.

En definitiva, la renovación del alumbrado de Talarn muestra que es posible mejorar la eficiencia energética y la calidad lumínica respetando al mismo tiempo el entorno natural y el cielo nocturno. El proyecto se ajusta a los criterios más estrictos de protección lumínica y ofrece un modelo de actuación aplicable a otros municipios con condiciones ambientales similares.
Imágenes: Carandini

