El alumbrado público municipal en Cataluña ha experimentado una transformación profunda en los últimos once años. A partir de los datos recopilados en el nuevo inventario elaborado por el Departament de Territori, Habitatge i Transició Ecològica, se confirma una reducción del 43 % en el consumo energético asociado a las instalaciones de alumbrado exterior, una disminución del 59 % en la huella de carbono y un ahorro acumulado para los ayuntamientos de más de 53 millones de euros anuales.

Un parque lumínico extenso y más eficiente
Según el nuevo inventario, actualizado con datos de 2024, Cataluña cuenta con más de 1,56 millones de puntos de luz de titularidad municipal, cuya potencia total instalada ronda los 115 megavatios. En comparación con los datos de 2013, se ha producido un aumento del 11 % en el número de luminarias, pero al mismo tiempo la potencia total instalada ha disminuido un 42 %, lo que indica una mejora sustancial en la eficiencia energética del sistema.
La reducción de la potencia por punto de luz es uno de los indicadores más relevantes de esta evolución: mientras en 2013 la potencia media se situaba en 141 W, en 2024 ha descendido hasta los 74 W. Esta disminución es consecuencia directa de la adopción generalizada de luminarias LED, que ofrecen una eficiencia mucho mayor respecto a las tecnologías anteriores, como el vapor de sodio o el halogenuro metálico.
Más del 50 % del parque lumínico catalán ya está compuesto por luminarias LED, y esta proporción supera el 60 % en los municipios de menor tamaño. Esta asimilación diferencial responde a las particularidades presupuestarias de los municipios rurales, que han encontrado en la eficiencia de los LED una vía directa para reducir el gasto energético sin comprometer la calidad del servicio.

Un esfuerzo específico para proteger espacios naturales
Además de las reformas generales en municipios, la Generalitat ha iniciado un programa específico orientado a reducir el impacto del alumbrado exterior en espacios naturales protegidos. Este proyecto, financiado mediante el Fons Climàtic (nutrido con parte de la recaudación de los impuestos sobre emisiones de CO₂ y sobre instalaciones contaminantes), prevé una inversión de más de 9 millones de euros hasta 2028.
Las acciones en curso incluyen la ejecución del plan de actuaciones del Parc Natural de la Serra del Montsant, el inicio de las intervenciones en el Parc Natural dels Ports y el desarrollo de un proceso participativo para proteger el cielo nocturno en la zona del Montsec, considerada una de las reservas de oscuridad más importantes del sur de Europa.
Estas medidas se enmarcan en la aplicación regional de la futura Llei de Restauració de la Natura de la UE, que establece la obligación de restaurar hábitats degradados, incluyendo aquellos afectados por contaminación lumínica. La preservación de la oscuridad natural pasa así a formar parte de las estrategias oficiales de conservación ambiental.

Hacia un mapa global de contaminación lumínica
El nuevo inventario ha sido también una herramienta clave para la elaboración del primer mapa global de contaminación lumínica de Cataluña, cuya publicación está prevista para las próximas semanas. Esta cartografía será una herramienta fundamental para planificar la transición futura hacia tecnologías de menor impacto ambiental, así como para prever los efectos acumulativos del alumbrado público sobre el entorno.
Además, permitirá correlacionar zonas de alta densidad lumínica con variables como biodiversidad, salud humana o consumo energético, y servir de base para la priorización de futuras actuaciones correctoras. El uso de modelos predictivos basados en datos reales será esencial para equilibrar las necesidades de seguridad, movilidad y habitabilidad con la exigencia de sostenibilidad ecológica.

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