La compañía presenta soluciones inteligentes para una mejor calidad del aire y una mayor seguridad y confort. Las poblaciones urbanas están creciendo: de acuerdo con Naciones Unidas, en 2050, aproximadamente dos tercios de la población mundial vivirá en conurbaciones.
En 2014, esta cifra fue tan solo la mitad. La urbanización está aumentando y, con ella, los desafíos que las ciudades tienen que resolver. Incluso hoy, ya existe una necesidad considerable de adopción de soluciones inteligentes. No en vano, el miembro del Consejo de Administración de Bosch, Stefan Hartung, en el marco de la presentación previa del CES de Las Vegas ha apuntado: «Necesitamos una nueva concepción de las ciudades que esté basada en tecnologías capaces de convertirlas en ciudades inteligentes y en las que valga la pena vivir. A largo plazo, las ciudades sin inteligencia no sobrevivirán, si no que sucumbirán al estancamiento».
Desde el 9 hasta el 12 de enero, el proveedor de tecnología y servicios estará presentando en el CES 2018, la feria de electrónica de consumo más grande del mundo, un abanico de nuevas soluciones que convierten a las ciudades en inteligentes. El objetivo: lograr una calidad de vida significativamente mejor en las ciudades y barrios. Todo ello, gracias a innovadoras aplicaciones que comprenden desde una nueva unidad compacta que mide y analiza la calidad del aire en tiempo real, o un sistema que monitoriza digitalmente los niveles del agua de los ríos y envía una alerta temprana sobre riesgos de inundación, hasta un servicio completamente automático que facilita la vida de los conductores a la hora de buscar aparcamiento.
Nuevos negocios: el mercado de las ciudades inteligentes está en auge
Entre hoy y el año el 2020, el mercado de las ciudades inteligentes crecerá un 19 por ciento anual, alcanzando un volumen de 800.000 millones de dólares (unos 680.000 millones de euros). Bosch cree que esta es una gran oportunidad de negocio: «Durante mucho tiempo, la ciudad inteligente fue una visión. Ahora estamos ayudando a hacerla realidad. Bosch se encuentra en una excelente posición para hacer que la ciudad conectada sea un éxito tecnológico y comercial», ha explicado Hartung. La compañía está actualmente involucrada en 14 proyectos de ‘smart city’ en lugares como San Francisco, Singapur, Tianjin, Berlín y Stuttgart. Y hay otros muchos en camino. En los últimos dos años, la compañía ha duplicado sus ventas en proyectos de campos cruzados de actividad, hasta alcanzar cerca de mil millones de euros, una cifra que seguirá en aumento.
En la ciudad de San Leandro (San Francisco), la compañía ha equipado aproximadamente 5.000 farolas con LED y ha suministrado un sistema para la gestión remota del alumbrado público de la ciudad. De esta forma, las luces solo se encienden cuando realmente se necesita. Con esta solución, San Leandro podrá ahorrar cerca de ocho millones de dólares en los próximos 15 años.
Para una mayor conectividad: IoT e inteligencia artificial
El internet of things o internet de las cosas (IoT) ha establecido una de las principales bases para la ciudad conectada. El IoT se encuentra en todos los ámbitos de la vida. En 2020, más de 20.000 millones de dispositivos en todo el mundo estarán conectados entre sí: detectores de humo, alarmas antirrobo, medidores de electricidad, electrodomésticos y muchos más. «Bosch reconoció este potencial desde el principio», aseguró Hartung. «Ya en la actualidad, más de la mitad de nuestros productos electrónicos están habilitados para internet, y el objetivo es que el 100 por cien lo esté para 2020. Y es más, para cada uno de nuestros productos, queremos ofrecer servicios complementarios».
Otro impulsor del rápido desarrollo de las ciudades inteligentes es la inteligencia artificial (AI por sus siglas en inglés). Bosch tiene la intención de ampliar aún más su investigación en este campo. El año pasado, la compañía abrió un centro de investigación de inteligencia artificial que, actualmente, emplea a un centenar de personas en Alemania, California e India en el que prevé invertir unos 300 millones de euros a corto plazo.
Para una mejor calidad del aire: Climo crea la base para lograr el objetivo
En el CES 2018, Bosch presenta una nueva solución que desarrolló en colaboración con Intel: el sistema de monitorización de microclima, “Climo”. Este sistema mide y analiza 12 parámetros fundamentales para la calidad del aire, incluyendo el dióxido de carbono, el óxido de nitrógeno, la temperatura y la humedad relativa. El dispositivo mide apenas una centésima parte del tamaño de los sistemas convencionales, y su coste es la décima parte. “Climo” ha ganado un Premio “CES Honoree Innovation Award” en la categoría de ‘smart cities’.
Alerta temprana de inundaciones: monitorización digital de los ríos
En muchas zonas, el cambio climático está provocando un clima impredecible que generan inundaciones repentinas con mayor frecuencia. Hasta ahora, se han venido utilizando dispositivos mecánicos para medir el nivel de agua de los ríos, pero no de manera inmediata. Sin embargo, el sistema de monitorización de inundaciones presentado por Bosch en el CES 2018 monitoriza, en tiempo real, el nivel del agua en ríos y otras masas de agua cercanas a las ciudades, y advierte sobre una inundación inminente. Los sensores ultrasónicos y las cámaras sondean y rastrean los cambios en el nivel, la velocidad y la corriente del agua. Los datos se envían a la nube “Bosch IoT Cloud” para su procesamiento. En caso de que se excedan los umbrales críticos, los municipios, los residentes y los dueños de negocios afectados recibirán, a través de un mensaje de texto, una alerta con suficiente antelación.
Para disponer de más tiempo: aparcamiento conectado
El tráfico urbano aumentará en, aproximadamente, un tercio para el año 2050. Bosch está trabajando para que la movilidad del mañana esté libre de accidentes, estrés y emisiones.
De hecho, el tráfico urbano juega un papel destacado en casi la mitad de los proyectos de ‘smart city’ en los que participa Bosch. El aparcamiento es un punto de capital importancia. Los conductores de EEUU pasan más de 40 horas al año atrapados en atascos de tráfico, lo que supone unas pérdidas valoradas en unos 160.000 millones de dólares. Con su aparcamiento comunitario, la compañía simplifica la búsqueda de una plaza libre. A medida que circulan por la ciudad, los automóviles reconocen y miden automáticamente el tamaño de los huecos existentes entre los coches aparcados, transmitiendo estos datos en tiempo real a un mapa digital en la nube. De esta manera, los conductores pueden dirigirse directamente hacia las plazas libres. Bosch ya está probando este servicio en algunas ciudades alemanas, incluida Stuttgart. Este año, le seguirán unas 20 ciudades de Estados Unidos, incluyendo Los Ángeles, Miami y Boston.
A principios de 2018, Bosch y Daimler lanzarán un nuevo servicio de aparcamiento automatizado. Los automóviles que accedan al parking del Museo Mercedes-Benz en Stuttgart buscarán, sin necesidad de conductor, una plaza libre y aparcarán. Esto elimina el estrés y hace un uso más eficiente de los aparcamientos: la misma cantidad de espacio puede acomodar hasta un 20 por ciento más de vehículos. Recientemente, Bosch ganó un Premio de Innovación Tecnológica 2017 de Frost & Sullivan por esta solución de aparcamiento sin conductor.
Para ahorrar energía y costes: micro redes Bosch DC
Según el Panel Internacional sobre el Cambio Climático (IPCC), las ciudades representan aproximadamente el 75 por ciento del consumo total de la energía mundial. El cuarenta por ciento de este consumo es atribuible únicamente a los edificios. Bosch cuenta con muchas soluciones inteligentes de gestión energética que pueden reducir el consumo. Una de ellas es la micro red eléctrica DC (de corriente continua), que se puede usar para suministrar energía a grandes edificios o complejos de edificios, que consumen hasta un 10 por ciento menos de energía que las plantas de energía convencionales y, además, son autosuficientes, lo que las convierte en una fuente fiable de energía cuando se produce una interrupción del suministro eléctrico.