Con un tráfico diario que supera los 70.000 vehículos a lo largo de sus 600 metros de recorrido, el túnel de General Mitre se mantiene como una infraestructura clave en la red viaria de Barcelona. Tras 25 años de servicio continuo con luminarias de fluorescencia compacta, el Ayuntamiento ha abordado su renovación incorporando tecnología LED de última generación, en colaboración con ACISA, empresa responsable del mantenimiento integral de los túneles de la ciudad.
Desde su entrada en funcionamiento, el túnel de General Mitre disponía de un sistema de alumbrado de emergencia compuesto por luminarias HFN114 con tecnología de fluorescencia compacta de Carandini. A pesar del tiempo transcurrido, estos equipos seguían operativos, reflejo de una instalación duradera en un entorno de uso intensivo. Más de dos décadas después, el Ayuntamiento de Barcelona ha impulsado la renovación del sistema de iluminación de emergencia, optando nuevamente por soluciones de última generación de Carandini para actualizar esta infraestructura.

En esta nueva fase del proyecto, el consistorio buscaba una solución que cumpliera con la normativa vigente, permitiendo una clara identificación de las vías de evacuación en caso de emergencia y que además ofreciera una guía visual continua para mejorar esa singularidad de vialidad que tiene el túnel. Con este objetivo, se eligió la luminaria T-LINE, una solución lineal de última tecnología que, además de servir como alumbrado de emergencia, actúa como sistema de balizamiento y señalización.
Dentro del proyecto, también se incluyó la iluminación del ramal de Can Ràbia, una salida adicional situada en sentido norte del túnel, que requería las mismas condiciones de seguridad y visibilidad que el trazado principal.

Para la modernización del alumbrado se suministraron 25 tramos de 50 metros, equipados con batería, una temperatura de color de 4000K y un índice de reproducción cromática (CRI) superior a 80. Estos se instalaron en el hastial del carril de tráfico lento en ambos sentidos de la circulación.
Desde el punto de vista técnico, el proyecto se ejecutó conforme a los criterios establecidos por la normativa de alumbrado de emergencia de los Bomberos de Barcelona, que exige una iluminancia mínima de 3 lux con batería. La solución T-LINE ha superado ampliamente este umbral, alcanzando los 10 lux, logrando una uniformidad lumínica del 0,99. Esta homogeneidad elimina zonas de sombra y garantiza una visibilidad óptima en todo momento, reforzando de forma significativa la seguridad operativa del túnel.

Además, y gracias a su diseño modular, la solución permite desplegar hasta 50 metros de luz continua con una sola luminaria, lo que ha simplificado considerablemente la instalación, reduciendo los costes así como los fallos al eliminar conexiones que podrían ser un posible punto de fallo en la instalación.
Imágenes: Carandini

