La red con la que cuenten los estadios permite a esta infraestructuras ofrecer a los usuarios una mejor experiencia. En este ámbito se ha centrado la compañía CommScope que tiene sistemas de cobertura en 24 de los 31 estadios de fútbol americano profesional en los EE. UU, aumentando el ancho de banda de estas infraestructuras.
Gracias a estas coberturas los aficionados al deporte pueden acercarse a las áreas de comercialización o las cámaras HD con reconocimiento facial pueden mejorar la seguridad durante los eventos y detectar amenazas. Todo esto precisa de un mayor ancho de banda para soportar la gran ola de uso de Internet durante el juego.
Un mayor ancho de banda en los estadios
Las necesidades son tales que en casos como en el Estadio AT&T y el Súper Tazón 2010, CommScope requirió para sus infraestructura más de cinco millones de pies de cableado de fibra y cobre, lo que equivale a la distancia entre Dallas y Chicago.
Según explica Melissa Strait, asistente ejecutiva para la Oficina del CTO en CommScope: “Un estadio conectado podría monitorear la disponibilidad de parking, avisar a los fanáticos qué lotes están completos y dirigirlos a otros lugares mejores o bien ofrecerles opciones alternativas de transporte público, como trenes ligeros, trenes y autobuses. Cuando hay mucho tráfico después de un juego, los fanáticos podrían conectarse con restaurantes cercanos que ofrecen platos especiales para darles un motivo para quedarse antes de volver a casa, en vez que frustrarse en medio del tráfico. Se crearía un ecosistema de hoteles, restaurantes y medios de transporte conectados para que cada evento sea memorable».
En el caso del Estadio NRG, la nueva infraestructura cuenta con en 783 antenas ubicadas estratégicamente en todo el estadio. Este sistema permite proporcionar una capacidad mucho mayor y permitir más ancho de banda para compartir fotos, enviar mensajes de texto y descargar contenido, no solo en el estadio sino también en los alrededores y áreas de estacionamiento.