El desafío global en relación con el desperdicio de alimentos no solo plantea una preocupación medioambiental crítica, sino que también subraya ineficiencias significativas dentro de la cadena de producción y distribución alimentaria. Alrededor de un tercio de los alimentos producidos a nivel mundial se pierden o desperdician, lo que lleva a un consumo innecesario de recursos, emisiones de gases de efecto invernadero y pérdidas financieras.
En este contexto, las tecnologías emergentes, en particular la sensorización multiespectral, puede jugar un papel revolucionario en la transformación de las prácticas agrícolas y de gestión alimentaria. ams OSRAM, lleva año apostando por este tipo de tecnologías, desarrollando soluciones avanzadas en sensores que abordan directamente estos desafíos. Estos avances permiten, entre otras cosas, determinar los momentos óptimos de cosecha, asegurar un control de calidad superior y minimizar los desechos a lo largo de toda la cadena de suministro.
Tecnología multiespectral contra el desperdicio de alimentos
La tecnología de sensorización multiespectral se basa en el análisis de la composición molecular de los alimentos mediante la reflexión de la luz en longitudes de onda específicas. Esta técnica permite detectar cambios moleculares cruciales en los alimentos, como la descomposición de la clorofila y la acumulación de carotenoides, que son indicativos del proceso de maduración.
Utilizando espectros visibles (VIS), infrarrojos cercanos (NIR) y de onda corta infrarroja (SWIR), los sensores monitorean pigmentos y moléculas clave como la clorofila, antocianinas y carotenoides, proporcionando una imagen detallada y precisa de la maduración.
En un estudio exhaustivo de 18 semanas, investigadores de ams OSRAM utilizaron datos espectroscópicos para analizar el proceso de maduración en manzanas, tomates y plátanos. Usando datos espectroscópicos, identificaron marcadores claros en longitudes de onda clave que indican el tiempo óptimo de cosecha y la madurez continua:
- Clorofila (670 nm): La reflectancia disminuye a medida que la fruta madura, lo que indica la degradación de la clorofila.
- Antocianinas (550 nm): Estos pigmentos, que le dan a la fruta sus tonos rojos y púrpuras, se vuelven más pronunciados a medida que la fruta madura.
- Carotenoides (480 nm): Responsables de los colores amarillo y naranja, los carotenoides aumentan hacia la plena madurez.
- Agua y almidón (970–1190 nm): Estas bandas proporcionan información sobre los cambios internos como la pérdida de agua y la conversión de almidón, críticos para monitorear la calidad de la fruta durante el almacenamiento.
Al rastrear estas longitudes de onda, los sensores ofrecen una precisión excepcional para determinar la madurez de varias frutas, ayudando a los productores a cosechar en el momento perfecto para mantener la calidad y reducir las pérdidas.
Aplicaciones prácticas
El sensor multispectral AS7341 constituye el núcleo de estas innovaciones tecnológicas. Este dispositivo compacto y eficaz es capaz de capturar datos en tiempo real a través de ocho canales visibles y un canal infrarrojo cercano, lo que lo convierte en una herramienta excepcionalmente versátil para una variedad de industrias.
Sus aplicaciones son amplias y variadas: desde sistemas de cosecha inteligente que determinan el momento óptimo para la recolección hasta sistemas de clasificación automatizados que evalúan las frutas basándose en su calidad interna en lugar de su apariencia externa. Además, el potencial de este sensor se extiende hasta el sector minorista y de distribución, donde su capacidad para monitorear la frescura de los productos en tiempo real garantiza que solo los artículos de la más alta calidad lleguen a los estantes.
En el futuro cercano, el desarrollo de dispositivos portátiles equipados con sensores multiespectrales podría revolucionar la experiencia de compra del consumidor, permitiendo seleccionar frutas en su punto justo de madurez, lo que reduciría significativamente el desperdicio de alimentos en los hogares.
Por tanto, con todas estas tecnologías avanzadas de sensorización, no solo se facilita a las empresas operar con mayor eficiencia, sino que también se está propulsando el futuro de una producción alimentaria sostenible. Al habilitar la toma de decisiones en tiempo real y fundamentada en datos precisos, permite construir un sistema alimentario más sostenible para las generaciones futuras.
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