El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha activado una nueva inyección económica de gran alcance dirigida a transformar energéticamente la industria española y el parque edificatorio del sector terciario.
Se trata de dos líneas de actuación que movilizarán un total de 500 millones de euros —300 millones para actuaciones de eficiencia energética en el sector industrial y 200 millones para rehabilitación de edificios terciarios—, enmarcadas en el Plan Estratégico 2024-2026 del Fondo Nacional de Eficiencia Energética (FNEE).
El reparto de los fondos entre las comunidades autónomas, responsables de convocar y gestionar las ayudas, se determinará en la próxima reunión de la Conferencia Sectorial de Energía.

300 millones para la industria
El sector industrial es el mayor consumidor de energía final en España, con aproximadamente el 25 % del total. Por tanto, cualquier mejora en su eficiencia energética tiene un impacto directo en la reducción de emisiones y la mejora de la competitividad. El programa aprobado contempla dos grandes ejes de actuación:
- Mejora tecnológica de equipos y procesos industriales, con el objetivo de obtener ahorros energéticos superiores al 10 %.
- Implantación de sistemas de gestión energética.
Ambos tipos de actuaciones se alinean con la lógica de descarbonización de la producción industrial y su transición hacia modelos más digitalizados, sostenibles y circulares. Para ello, se prevé que las ayudas puedan cubrir tanto inversiones en equipos de alta eficiencia como la integración de software y soluciones de automatización orientadas a la mejora del rendimiento energético.

200 millones para el sector terciario
En paralelo al paquete industrial, el Consejo de Ministros ha aprobado una segunda línea de ayudas dotada con 200 millones de euros y destinada al sector terciario, bajo la denominación PREE Terciario (Programa de Rehabilitación Energética de Edificios del sector terciario).
Este ámbito abarca desde centros administrativos, sanitarios, educativos, culturales, deportivos o residenciales públicos, hasta espacios comerciales, de restauración, transporte de personas y lugares de culto.
El programa exige que las intervenciones logren un mínimo del 20 % de ahorro energético, y se centraran en la mejora de la envolvente térmica de los edificios; la mejora de la eficiencia o el uso de las energías renovables en las instalaciones térmicas de calefacción, refrigeración, ventilación, agua caliente sanitaria, climatización de piscinas o redes de distrito; la mejora de la eficiencia energética en las instalaciones de iluminación, y en sistemas de automatización y control.

Entre los destinatarios se incluyen personas físicas que realicen actividades económicas y personas jurídicas propietarias de edificios o parte de estos, agrupaciones de propietarios y comunidades de propietarios, empresas explotadoras, arrendatarias o concesionarias, empresas de servicios energéticos, comunidades de energías renovables y comunidades ciudadanas de energía, cooperativas y el resto de las entidades de la economía social.
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En ambos programas, las ayudas se otorgarán a fondo perdido y se entregarán cuando el destinario haya justificado en tiempo y forma el cumplimiento de la actuación subvencionable, conforme a los requisitos establecidos por las comunidades autónomas y las ciudades de Ceuta y Melilla.
A diferencia de las ayudas territorializas de Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), en esta ocasión el Estado será quien apruebe los fondos y establezca las líneas generales de las actuaciones subvencionables y las comunidades se responsabilizarán de publicar las convocatorias respectivas.
Por su parte, el Instituto de Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), entidad adscrita al MITECO, deberá aprobar el presupuesto destinado a estos programas y realizará una labor de coordinación y seguimiento presupuestario y de los resultados energéticos, mientras las comunidades serán las encargadas de la evaluación y la verificación.

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