La Generalitat Valenciana, a través del Instituto de Competitividad Empresarial (IVACE), destinará un total de 30 millones de euros para facilitar la implementación de medidas de ahorro y eficiencia energética en las industrias de la comunidad.
Estas ayudas están dirigidas a las pequeñas, medianas y grandes empresas del sector industrial de la Comunitat, que tendrán de plazo hasta el 31 de diciembre de 2020 para presentar sus solicitudes.
Así pues, el Ivace respaldará aquellas iniciativas que contemplen inversiones en sustitución de equipos e instalaciones, así como sistemas auxiliares consumidores de energía, por otros que utilicen tecnologías de alta eficiencia energética.
Asimismo, también se apoyará la implantación de sistemas de gestión energética con subvenciones tanto para la implantación de elementos de nivel de medición de las variables de consumo de energía, como para la instalación de los elementos de regulación y control de los parámetros de proceso e implementación de los sistemas informáticos para el análisis, regulación y control, así como para el funcionamiento óptimo de las instalaciones industriales.
El porcentaje de subvención, con carácter general es del 30% del coste, con un límite máximo de 1,5 millones de euros por proyecto. Este porcentaje puede alcanzar hasta el 40% para las pymes y el 50%, en el caso de las pequeñas empresas. Según ha explicado el conseller de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, Rafa Climent, la eficiencia energética tiene un papel “fundamental en la transición hacia nuevo modelo energético y hemos de redoblar los esfuerzos para consolidar una cultura del ahorro energético en todos los sectores económicos”.
A este respecto, ha hecho hincapié en que el uso eficiente de la energía adquiere una “especial relevancia en el sector industrial, que concentra el 30% de toda la energía consumida en la Comunitat Valenciana, y donde la factura energética incide directamente en la competitividad de nuestras empresas”.
Ivace Energía gestiona estas ayudas, cuyos fondos proceden del Fondo Nacional de Eficiencia Energética, constituido con aportaciones procedentes de la tarifa eléctrica, es decir, los consumidores- y creado a instancias de la Unión Europea para que los estados contribuyan a la transición energética.