Can Garrover constituye todo un referente en la rehabilitación contemporánea al convertir una casa señorial centenaria y teatro de pueblo abandonado en una sofisticada residencia mediterránea.
Esta joya de 510 metros, está situada en la localidad mallorquina de Sencelles, y cuenta con más de un siglo de historia. El proyecto de reforma realizado por Bonba Studio pasaba por convertirlo en una vivienda unifamiliar, pero sin perder en ningún momento la esencia de lo que fue, por lo que se han mantenido muchos de los elementos originales del teatro.
Así, en la primera planta, el antiguo escenario actúa como patio interior que permite que las habitaciones contiguas se llenen de luz natural. Esta luminosidad se multiplica gracias al blanco reinante en el espacio diáfano de doble altura que ocupan la cocina-comedor y el salón.
Diseñado por Maria Roselló de RO2 Interiorismo y con complementos textiles de Las Panchas, el estilo minimalista y los tonos neutros de este espacio central generan un ambiente sereno que pone de relieve el alma del proyecto: el antiguo escenario. Para destacar esta sobriedad estética, la diseñadora ha elegido dos impresionantes luminarias de Vibia.
Integrándose a la perfección en el interiorismo de este espacio, una composición angular Sticks ilumina la pared del fondo. La asimetría y pureza de formas de este diseño que firma Arik Levy aporta equilibrio y armonía. Tres varillas minimalistas que rotan sobre su propio eje permiten dirigir la luz exactamente hacia el lugar deseado. Con elegante esbeltez, interrumpen el plano arquitectónico sobre el que están instaladas, trazando líneas luminosas con precisión gráfica y haciendo las veces de dinámica escultura.
En marcado contraste con la linealidad característica de Sticks, tres lámparas Flamingo suspendidas sobre la mesa del comedor protagonizan la escena. La elección de este diseño de Antoni Arola para iluminar el corazón de la vivienda genera un ambiente cálido y hospitalario.
Por su parte, la gradación de luz ambiental que proporcionan los discos cónicos flotantes de cada luminaria aporta una nota poética. Adaptable a cualquier espacio y personalizable con el fin de responder al estado de ánimo de cada momento, Flamingo aúna belleza y diseño intuitivo.
Créditos del proyecto:
- Estudio de arquitectura: Bonba Studio
- Fotografía: Oliver A.I.