Valorado en un total de cuatro millones de euros el plan de renovación del alumbrado desarrollado en Valencia hasta ahora supondrá según la administración una reducción del consumo energético con un ahorro económico de aproximadamente 2 millones de euros en la factura de la luz.
Con actuaciones en Ciutat Vella, Eixample, Extramurs y Patraix donde se ha llegado ya al 75 % de la ejecución del proyecto; en los barrios de Jesús, Poblats Marítims y Camins al Grao donde el porcentaje se sitúa en el 80 %, igual que en Campanar y la Saïdia; en Quatre Carreres el plan está ejecutado al 60 %; igual que en el Pla del Real, Algirós, Benimaclet, Rascanya, Benicalap, Pobles de Nord y Pobles de l’Oest.
Son especialmente significativos los ejemplos de la avenida del Puerto, con un total de 731 puntos de luz renovados; la avenida de les Corts Valencianes, con 531 unidades ya renovadas; la avenida de Aragón, con 381, o el paseo de la Albereda, con 150 unidades (a las que hay que sumar 51 puntos más correspondientes al puente de las Flores). En total, la Concejalía de Gobierno Interior ha renovado ya 18.160 puntos con tecnologías más eficientes. Concretamente, 15.803 llevan lámpara de halógeno metálico y 2.357 son luminarias de LED cálido.
“El cambio de luminarias de la ciudad responde al crédito de cuatro millones de euros que nos concedió el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDEA), que cambia aproximadamente el 30 % de los puntos de luz de nuestra ciudad, que son altamente contaminantes, por otros modelos que son menos contaminantes y menos consumidores de energía, y que nos permiten conseguir un ahorro importante de recursos económicos para destinarlos a otras necesidades. Además, de esta manera luchamos contra el excesivo consumo energético y, así de paso, luchamos contra el cambio climático”, ha destacado Sergi Campillo.
DISMINUCIÓN DE LA CONTAMINACIÓN LUMÍNICA
En cuanto al flujo al hemisferio superior, la sustitución de 4.865 farolas de tipo esférico que emiten luz directa hacia el cielo por otras que tienen emisión cero directa al hemisferio superior, hará que se minimice al máximo la luminosidad residual hacia el cielo, totalmente innecesaria, que supone un desembolso económico innecesario al Ayuntamiento, y que además molesta a los vecinos y vecinas que duermen por la noche con las persianas levantadas.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que la potencia total instalada en el conjunto del proyecto pasa de 8.692,94 kW a 2.116,94 kW, lo que representa no solo un ahorro de potencia instalada, energía y costes del 76 %, sino que implica una reducción de 6.576.000 W que, traducidos a potencia luminosa, comportan una reducción de brillo de 657.000.000 lúmenes que dejan de inyectarse en las calles de la ciudad, pasando de unos niveles de luminosidad en calzadas y aceras que, incluso, triplicaban y cuadruplicaban los niveles de la normativa actual, a unos ajustados al Real decreto 1890/2008, vigente desde hace 9 años.