El SARM (Staphylococcus aureus resistente a la meticilina) en una bacteria que causa infecciones en varias partes del cuerpo y que a menudo se ha catalogado como una “superbacteria” por su capacidad para resistir a muchos antibióticos comunes. Aunque la mayoría de infecciones por SARM no son graves, algunas pueden poner en peligro la vida de los pacientes, o provocar la amputación del apéndice afectado. En lugar de que los médicos tengan que perder el tiempo buscando la mejor combinación de medicamentos y el tratamiento a prescribir, un nuevo método se ha desarrollado para desarmar estas superbacterias: la terapia de luz.
Investigadores de la Universidad de Purdue y la Universidad de Boston han descubierto que exponer el microbio a la luz azul puede dejarlo indefenso frente antisépticos tan suaves como el agua oxigenada. Los hallazgos fueron publicados en la revista científica Advanced Science.
“Esta nueva terapia de luz puede tratar cualquier herida superficial infectada por SARM, que generalmente es muy difícil de tratar. El dispositivo en sí es muy pequeño y fácil de usar. Esperamos que en los próximos años, cualquier puede llevarlo en su bolsillo” explica Mohamed Seleen, profesor de microbiología en el Colegio de Medicina Veterinaria de Purdue.
Algunas bacterias, incluyendo ciertas cepas de estafilococos, producen pigmentos. Estos pigmentos están asociados con la capacidad del organismo para dañar al huésped, y si sabe cómo reducir el pigmento, entonces podría reducir la actividad del organismo en el cuerpo. Esta práctica se conoce como blanqueamiento de fotos “photobleaching”o ·“Blancamiento fotónico”.
“Cuando se produce un blanqueo de una prenda en la lavadora, se extrae el color con productos químicos. Lo que estamos haciendo aquí es algo similar, pero usando la luz azul” relata Seleem.
Después de lograr prometedores resultados in vitro, los investigadores expusieron a ratones con heridas infectadas con SARM a diferentes longitudes de onda de la luz. Las infecciones respondieron especialmente bien a la luz en la región del espectro azul, y combinadas con agua oxigenada (peróxido de hidrógeno) de baja concentración, se redujeron significativamente.
La tecnología está patentada a través de la Oficina de Comercialización de Tecnología de Purdue. Ji-Xin Cheng, profesor de ingeniería biomédica en la Universidad de Boston, está trabajando para organizar ensayos clínicos a través de Universidad.