Son exactamente 40.100 los euros ahorrados en Es Castell gracias a la aplicación de un plan de control energético para el alumbrado público que se puso en marcha en 2011.
En 2011 un grupo de técnicos desarrolló por iniciativa propia un proyecto de ahorro energético para el alumbrado público y Es Castell se adhirió a él según explica Lluis Camps su alcalde. La propuesta se fundamenta en ofrecer luz suficiente, pero solo cuando sea necesaria. Así partiendo de las instalaciones actualmente existentes y utilizando recursos de bajo coste, se ha desarrollado un sistema para reducir los niveles de luz en las calles en aquellas horas en que no sea necesario tener tanta iluminación. Lo novedosos de esta nueva propuesta radica en la combinación de las posibilidades de regulación de los relojes astronómicos, la regulación del flujo de doble nivel y el sistema de desconexiones parciales para obtener, en función de diferentes niveles de programación, ahorros significativos que pueden llegar a valores superiores al 65 por ciento respecto a instalaciones sin regulación. Los 30 cuadros de alumbrado público de titularidad municipal han sido dotados con este sistema, a un coste aproximado de unos 1.000 euros por instalación, que ya han sido amortizados.
«El objetivo de este proyecto es el de encontrar una forma más sostenible de utilizar nuestros recursos energéticos sin que se trate de hacer grandes cambios sino de administrar mejor aquello que ya tenemos y sobre todo, concienciar a la población hacia el buen uso de los recursos», ha dicho Camps.
Para que la implantación del sistema pudiera responder a las necesidades reales de la población, el Ayuntamiento estudió diferentes aspectos como la seguridad dentro de los parámetros establecidos por la normativa, la frecuencia de paso de peatones, la estación del año o el calendario de eventos.