Debido a la naturaleza del trabajo, muchos de nosotros pasamos horas en la oficina sentados bajo luces fluorescentes brillantes. Sabemos que estar sentado todo el día no beneficia nuestra salud, pero ahora gracias a un nuevo estudio sabemos que estar sentado bajo la luz artificial, como la de oficinas, centros comerciales, restaurantes, etc también es malo. El estudio sugiere que la luz artificial podía estar haciéndonos engordar.
Los hallazgos fueron publicados recientemente en los Proceedings of the National Academy of Sciences y, en el estudio básicamente se explora la relación entre la exposición a la luz artificial y la obesidad en los seres humanos. Para probar su teoría, Patrick Rensen del Leiden University Medical Center en los Países Bajos quien co-dirigió el estudio realizó un experimento con ratones en el que los sometió a 24 horas de luz artificial, el mismo tipo de luz que podríamos encontrar en el hogar o en la oficina.
Utilizaron en paralelo un grupo de control de ratones que recibieron 12 horas de luz y 12 horas de oscuridad. Inyectaron grasas etiquetadas radiactivamente en los ratones para supervisar la actividad de grasa, a la vez que controlaron la cantidad que los ratones comían y cuánto se movían. ¿El resultado? Los ratones expuestos a 24 horas de luz artificial ganaron mucho más peso en grasa corporal en comparación con la del grupo de control, a pesar de comer la misma cantidad y realizar el mismo ejercicio.
Video Perder peso a la manera “guay” por Patrick Rensen –Charlas TEDxDelft