El equipo de Markus Kitzler y Xinhua Xie, de la Universidad Tecnológica de Viena en Austria, ha conseguido controlar reacciones químicas de forma deliberada con pulsos de láser ultracortos. El equipo de Kitzler y Xie ha logrado inducir directamente la división de moléculas de hidrocarburos tales como el etileno (C2H4) o el acetileno (C2H2), en fragmentos más pequeños.
Los electrones tienen una masa escasa y por tanto pueden ser influidos por el láser, mientras que los núcleos atómicos son mucho más pesados y difícilmente pueden verse afectados.
Con el sistema empleado en sus experimentos, los investigadores, que han contado también con la colaboración de Katharinia Doblhoff-Dier y Stefanie Gräfe, de la Universidad de Jena en Alemania, así como Erik Lötstedt, de la Universidad de Tokio en Japón, hacen que pulsos de láser con duraciones en el rango del femtosegundo (milbillonésima de segundo), cambien la distribución de los electrones en la molécula. Esta interacción es tan breve que su influencia no resulta al principio discernible en los núcleos atómicos, que poseen mucha más masa que los electrones. Sin embargo, la alteración provocada en la distribución de los electrones es suficiente para iniciar procesos químicos y acabar separando a los núcleos entre sí.
Las propiedades de los pulsos de láser determinan qué productos finales se crean. Entre los otros parámetros que influyen en la composición de los productos químicos finales, cabe mencionar también la alineación de las moléculas por el primer pulso láser.