Una línea continua de luz, suspendida en el espacio, interrumpida rítmicamente por esferas de vidrio soplado. Así podría describirse la nueva luminaria Luce Sferica, una pieza de iluminación que desafía las categorías tradicionales al combinar ingeniería de precisión con una expresión estética profundamente sensorial.

Diseñada por Ronan Bouroullec para Flos, esta luminaria es al mismo tiempo objeto técnico y artefacto poético, resultado de una investigación formal que enlaza tradición artesanal e innovación funcional.

“Luce Sferica es una lámpara que busca la delicadeza y la belleza de la sencillez, como gotas de lluvia que se aferran a un hilo o una pompa de jabón soplada por un niño.  Sobre la base sintética de aluminio extruido, se deslizan esferas de vidrio soplado, como si una burbuja se posara sobre un hilo. Aquí prevalecen la suavidad, la magia y la sofisticación técnica.  Un objeto de gran precisión técnica que expresa delicada belleza y poesía, más que mecánica sintética”, detalla Ronan Bouroullec.

Diseño con voluntad escultórica

Concebida como un sistema de suspensión lineal, Luce Sferica se construye a partir de una barra horizontal de aluminio extruido pulido que actúa como soporte estructural, módulo técnico y eje compositivo. Esta barra integra dos fuentes de luz LED lineales dispuestas en orientación opuesta —una dirigida hacia arriba, otra hacia abajo—, permitiendo una iluminación bidireccional que el usuario puede ajustar mediante un sistema de regulación táctil.

Este control, alojado en uno de los extremos del perfil, permite seleccionar de forma independiente la activación de los flujos luminosos superior e inferior, así como regular su intensidad. El mecanismo, discreto pero eficaz, no solo proporciona flexibilidad funcional en entornos diversos, sino que también introduce un grado de interacción directa con la luminaria que se aleja de soluciones preconfigurad

La particularidad más reconocible del sistema no reside en su tecnología interna, sino en su envolvente: una serie de esferas de vidrio soplado de gran transparencia que encapsulan visualmente la barra de luz. Cada módulo se compone de esferas de 180 mm de diámetro dispuestas en secuencia, separadas por distanciadores que corrigen de forma mecánica las mínimas variaciones propias del proceso artesanal de soplado.

Estas esferas, diseñadas con una o dos aberturas según su posición en el sistema (extremo o centro), permiten el ensamblaje lineal del conjunto sin necesidad de fijaciones visibles. La linealidad que se deriva de esta disposición remite a un alfabeto formal hecho de repeticiones, intervalos y ritmos. Esta secuencia no solo cumple una función estética, sino que contribuye a la dispersión y suavización del flujo luminoso, actuando como difusores parciales.

Escenarios de aplicación

La luminaria está disponible en tres configuraciones dimensionales predefinidas:

• S1, con 8 esferas y una longitud de 1,65 metros,
• S2, con 10 esferas y una longitud de 2,7 metros,
• S3, con 12 esferas y una longitud de 2,5 metros.

Más allá de esta lógica aparentemente cerrada, la propuesta es modular en el sentido más operativo del término. La instalación de varios sistemas en paralelo permite crear estructuras compositivas de mayor complejidad, generando atmósferas envolventes en espacios de gran escala sin renunciar a la percepción de ligereza y delicadeza que transmite cada módulo por separado.

La fuente de luz LED —con temperaturas de color cálidas (2700 K) y un índice de reproducción cromática elevado (CRI 95)— está diseñada para ofrecer una luz suave, envolvente y homogénea. 

Todo esto permite que Luce Sferica se integre con elegancia y armonía en los contextos más diversos con una presencia delicada y refinada que expresa plenamente la sensibilidad poética y la búsqueda estética del diseñador.

Imágenes: Flos