El fabricante japonés de electrónica Toshiba Corp. prevé comercializar un nuevo sistema de encriptado de última generación con fotones con el que pretende conseguir que resulte prácticamente imposible descifrar las comunicaciones que estén bajo su protección.
La noticia publicada en The Wall Street Journal, explica que los ingenieros expertos en seguridad, en su búsqueda de un sistema de encriptado a prueba de bombas han deducido que hoy por hoy la mejor forma de lograr un encriptado que asegure que las comunicaciones se mantienen completamente secretas es mediante la creación de una clave de codificación de un solo uso para decodificar los datos. Sin embargo se plantea el problema de cómo transferir esta clave de un lugar a otro de forma segura, en un entorno en el que hasta los proveedores de servicios de mail podrían ser espías.
Y a este reto pretende responder el mecanismo de encriptado cuántico de nueva generación de Toshiba que utilizará una nueva forma de blindar las comunicaciones, bajo la forma de un sistema de transmisión por luz desconectado de la red, que aprovecha que los fotones pueden viajar hasta 100 kilómetros de distancia sin necesidad de un repetidor moviéndolos a través de un cable de fibra óptica hecho a medida.
Toshiba iniciará en agosto las pruebas con este cable de fibra óptica sin conexión a Internet, por el cual se transmitirán las claves de encriptado, que serán únicas para cada dato protegido y vendrán en forma de fotones. La configuración del sistema permitirá que en caso de detectar cualquier intento de intromisión en sus comunicaciones, los datos cambien de forma, de manera que los posibles ataques sean fácilmente detectados.
Esto es posible debido a la naturaleza de las partículas ya que cualquier actividad de intercepción o intervención en los cables cambia la forma de los datos, levantando la alarma. Toshiba pretende además incorporar un sistema adicional de seguridad, que hará que cada clave de un solo uso tome el mismo tamaño del dato encriptado que protege, lo que implica que ninguna se repita y que sean mucho más difíciles de decodificar.
Según comunicado de Toshiba sus planes incluyen probar este nuevo sistema de encriptado durante dos años, tras lo cual en caso de éxito, se comercializaría a lo largo de las próximas dos décadas, con incluso un año ya marcado para la llegada del nuevo sistema de encriptado basado en fotones a empresas y organismos públicos: 2020. Para esta fecha la japonesa espera también que los costes hayan bajado de forma que pueda llevar su tecnologia al consumidor.
Los retos: costes, vibraciones, temperatura
Encontrar un canal de transmisión de datos que resulte absolutamente seguro es un gran reto en el cual la opción de cable de fibra óptica desconectado de Internet parece una buena idea. Sin embrago la tecnología se enfrenta a algunos obstáculos importantes. Además de los prohibitivos costes de puesta en marcha de la tecnología (solamente los servidores costarían al menos 81.000 dólares), los fotones son vulnerables a las vibraciones y a la temperatura, convirtiendo el transporte de los datos a larga distancia en un arduo trabajo.
Toshiba ha estado llevando a cabo algunos experimentos en laboratorio y sobre el terreno, pero para la última ronda de pruebas a partir de agosto, Toshiba ayudará a la Universidad de Tohoku de Japón en la transmisión de datos genéticos, utilizando entonces datos reales de una tercera entidad por primera vez.
Además de Toshiba, otras compañías electrónicas japonesas como NEC Corp. y algunas otras empresas de tecnología de otros países han estado trabajando en este tipo de tecnología de encriptado.
Actualidad en Toshiba
La japonesa se enfrenta en la actualidad a una investigación por parte de una comisión investigadora independiente, presidida por un ex fiscal de Japón, que reportó que infló deliberadamente sus ganancias operacionales en 1.220 millones de dólares durante siete años. La noticia que saltó en la bolsa de Tokio este martes 21 de julio ha provocado dimisiones en cadena incluyendo a su ex CEO Hisao Tanaka junto a otros varios altos cargos los cuales parece que podrían estar involucrados en las irregularidades contables.
La reestructuración de la cúpula directiva de la empresa, la reformulación de sus beneficios y multas potencialmente elevadas amenazan ahora al gigante. Sin embargo ello no impidió que las acciones subieran el martes tras cerrar varios meses de incertidumbre desde que a inicios de año se detectaran problemas del balance. Se trata del mayor escándalo corporativo de Japón en años. El presidente del consejo de administración, Masashi Muromachi, tomará la presidencia temporalmente hasta la próxima asamblea de accionistas.