El sector del reciclaje de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), pilas y baterías generó un Valor Añadido Bruto de 1.390 millones de euros en nuestro país en 2022, lo que implica un crecimiento del 45% en los últimos cinco años, generando 24.000 puestos de trabajo a jornada completa. Así se desprende del IV Informe Anual de Recyclia sobre Tendencias en la industria del reciclaje de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) y pilas en España.

La cuarta edición de este informe anual de Recyclia recoge una visión actualizada sobre el comportamiento del sector del reciclaje RAEE y su impacto económico. Así, para el año 2022, se habría alcanzado un nuevo máximo de aparatos eléctricos y electrónicos (AEE) puestos en el mercado en España, alcanzando los 838,7 millones de unidades, lo que representa un crecimiento anual del 2,7%

Este crecimiento tiene dos vertientes: el uso doméstico y el profesional, con incrementos interanuales del 1,5% y 7,3%, respectivamente. Destaca el comportamiento del segmento profesional, ya que en los dos años anteriores había registrado caídas. Todas las unidades de AEE puestas en el mercado el año pasado sumaron 1.347 kilotoneladas, un 25% más que en 2021.

Las cantidades de RAEE recogidas en España totalizaron 393,8 kilotoneladas durante el año 2020 (último disponible), un 6,1% más que el año anterior; y representan un 52,3% de las toneladas de AEE puestas en el mercado durante el trienio anterior. Así, la tasa de recogida se sitúa por encima de la media europea y de las principales economías de la UE, aunque dista del objetivo del 65% fijado por la Comisión Europea.

Contribución económica del reciclaje RAEE y pilas en España

La actividad de reciclaje de RAEE, así como de pilas, se estima que contribuyó a generar alrededor de 1.390 millones de euros de Valor Añadido Bruto (VAB) en la economía española en 2022, en torno a un 12,5% más que en 2021.

La contribución directa de la actividad de las principales empresas de reciclaje ronda los 509 millones de euros, mientras que el efecto arrastre sobre otras actividades suministradoras de bienes y servicios alcanza los 594 millones. A los anteriores, se suma el efecto inducido, estimado en unos 283 millones y que viene dado por el giro de las rentas (salarios y excedentes empresariales, principalmente) generadas por los efectos directo e indirecto, vía consumo, en el conjunto de la economía.

El sector de reciclaje de RAEE y pilas también contribuye a la generación y mantenimiento de cerca de 24.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en España. De ellos, en torno a 8.500 empleos son generados de forma directa por las principales empresas del sector.

Radiografía sociológica del reciclaje de dispositivos TIC

Esta cuarta edición del informe de Recyclia analiza, como novedad, las principales tendencias y retos en materia de reciclaje de equipos informáticos domésticos, cuya tasa de recogida es aún baja (14,1% en la UE), así como en el despliegue de la movilidad eléctrica, específicamente en la generación de residuos de baterías que implica alcanzar el objetivo de 5,5 millones de vehículos eléctricos en circulación en 2030.

Así, en base a un análisis sociológico, el informe de Recyclia arroja que la principal limitación a la gestión de los dispositivos informáticos en desuso es que la mayoría de los hogares españoles los acumula en sus viviendas, tal es el caso de los ordenadores de sobremesa (45%) y de los portátiles y tabletas (61%). No obstante, también constata los avances en materia de concienciación ciudadana para revertir esta situación. En este sentido, destaca el estudio, un 28,7% de los hogares de nuestro país ha depositado los ordenadores de sobremesa en un punto limpio, y un 15,2% ha hecho lo propio con portátiles y tabletas. Por su parte, solo el 2,9% y 1,1% de los hogares, respectivamente, ha depositado estos equipos en un contenedor no designado para ese fin.

Además, se observa que los ciudadanos con mayor formación muestran un mejor comportamiento en la gestión ambiental de estos dispositivos. Por ejemplo, el 34,2% de las personas que deposita su ordenador en el contenedor adecuado cuenta con estudios superiores frente al 26% y el 25% con educación media y baja, respectivamente.

En relación con la movilidad sostenible, el estudio traduce las perspectivas de su despliegue en generación de residuos de baterías para su reutilización y reciclaje con 2030 como horizonte. En concreto, estima en 40.000 las baterías de vehículo eléctrico disponibles para ser tratadas en plantas de reciclaje ese año. Asimismo, señala que más de 100.000 de estas baterías estarán utilizándose en segundas aplicaciones, tales como electrolineras, almacenamiento energético en parques fotovoltaicos para autoconsumo o apoyo a la red eléctrica. Por último, prácticamente 20.000 podrían reutilizarse de nuevo en vehículos eléctricos.

Puede acceder al informe a través del siguiente enlace:

https://www.recyclia.es/informe-anual/INFORME-RECYCLIA-2023-castellano.pdf

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