ANFALUM junto con LightingEurope abogan por el uso de la radiación ultravioleta UV-C y su implantación cómo elemento básico en el diseño de edificios y en la rehabilitación. Tal y como ha informado la asociación europea, la UV-C es una tecnología consolidada que se ha demostrado que desactiva todo tipo de bacterias y virus, incluidos, los responsables de la tuberculosis, la gripe y el resfriado común.
Como el virus SARS-CoV-2, causante de la COVID-19, se propaga fundamentalmente a través de aerosoles, la ventilación adecuada de los espacios interiores se ha convertido en un elemento de máxima importancia. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), aumentar la ventilación es la mejor forma de mejorar la calidad del aire. En el pasado, la radiación ultravioleta se ha utilizado fundamentalmente como medio para desinfectar superficies, pero también puede jugar un papel importante a la hora de crear una ventilación equivalente, conocida también como Cambio de aire equivalente por hora o eqACH.
En general, el objetivo de la ventilación equivalente es reducir los virus o la contaminación en la misma medida que la ventilación (abriendo las ventanas o mediante sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado), pero utilizando una tecnología alternativa, como son las lámparas. Más concretamente, se crea un eqACH cuando una tecnología alternativa, como la UV-C, inactiva el 63 % de los patógenos activos virales de una sala.
Para ilustrar cómo funciona la ventilación equivalente basada en UV-C, se puede tomar como ejemplo una típica sala de oficina. Las luminarias con función UV-C (lámparas de descarga, emisores LED, lámparas Excimer, etc.) se instalan en paredes y techos, y proyectan un haz estrecho (invisible) de luz UV-C justo por encima de las cabezas. El aire de la sala circula mediante la convección natural y cada vez que el aire infectado pasa a través de los rayos UV-C se desinfecta antes de volver a circular por la sala.
Cuando los techos son bajos o el reducido tamaño de las salas impide las instalaciones de aire en zonas altas, los dispositivos UV-C cerrados brindan una alternativa. Por ejemplo, se pueden instalar ventiladores para dirigir el aire hacia las luminarias (que a menudo se integran en los paneles del techo), donde se desinfecta mediante lámparas UV-C antes de volver a circular por la sala. Las lámparas UV-C pueden incluso instalarse directamente en el interior de los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado para desinfectar el aire mientras atraviesa los conductos.
Estas soluciones de desinfección UV-C no solo reducen los riesgos de contaminación; en algunos casos, brindan mejores resultados que los sistemas de ventilación mecánica. Como resultado, los edificios que utilizan sistemas de desinfección UV-C han sido capaces de aumentar los índices de ocupación y reducir el tiempo de inactividad asociado a los protocolos de desinfección.
La tecnología UV-C también ofrece una ventaja sobre la ventilación mecánica en términos de sostenibilidad, pues existen estudios que muestran que las aplicaciones UV-C podrían reducir a la mitad la demanda de energía de los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado.
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