El TALQ Consortium ha vuelto a marcar un hito en su trayectoria al superar las 82 empresas asociadas y alcanzar un total de 74 productos oficialmente certificados. Un crecimiento sostenido que confirma la madurez del estándar y su consolidación como referencia en la interoperabilidad de sistemas urbanos inteligentes.
Desde su creación en 2012, la organización ha impulsado un marco común para la comunicación entre plataformas de gestión centralizada y redes de dispositivos exteriores, con el objetivo de garantizar la compatibilidad entre soluciones de distintos fabricantes. Este enfoque ha permitido que el protocolo TALQ se extienda más allá del alumbrado público inteligente —su aplicación original— hacia otros ámbitos clave de la ciudad conectada, como la gestión de residuos, el aparcamiento, la monitorización ambiental o el control del tráfico.
El incremento constante de productos certificados refleja, además, una tendencia creciente en las licitaciones públicas y proyectos municipales hacia la adopción de estándares abiertos, como herramienta para evitar el bloqueo tecnológico y asegurar la evolución de las infraestructuras urbanas bajo un modelo interoperable, seguro y escalable.
Un ecosistema en crecimiento
El Consorcio TALQ continúa ampliando su estructura y cuenta actualmente con 82 empresas miembro de distintos países y ámbitos tecnológicos. Para los fabricantes, obtener la certificación supone una garantía de que sus sistemas están preparados para el futuro, cumpliendo los requisitos técnicos que aseguran su interoperabilidad con soluciones de otros proveedores.

En total, el número de productos certificados asciende ya a 74, repartidos entre 31 plataformas de gestión centralizada (CMS) y 43 pasarelas o redes de dispositivos exteriores (ODN). Todos ellos han superado un riguroso proceso de validación que culmina con la publicación de una lista detallada de pruebas funcionales realizadas con éxito.
Estas pruebas son fundamentales para ofrecer a las ciudades, empresas de servicios públicos y planificadores urbanos una visión precisa y verificable de las capacidades de cada sistema. Cada test corresponde a un conjunto específico de requisitos técnicos definidos por el Consorcio, descritos en un lenguaje claro y accesible, libre de jerga técnica propia de TALQ, con el fin de facilitar su comprensión y evaluación por parte de los responsables de proyectos.
Interoperabilidad, eficiencia y seguridad como pilares de futuro
El crecimiento del ecosistema TALQ no solo se mide en cifras, sino también en el compromiso compartido de los fabricantes con la interoperabilidad, la eficiencia y la seguridad. Diversos representantes de empresas con productos certificados subrayan el valor del estándar como herramienta de estabilidad técnica en un mercado urbano en continua evolución.
Para Emmanuel Touron, CEO de Citylinx, el desafío actual reside en mantener el equilibrio entre la rapidez en la incorporación de nuevas funcionalidades y la compatibilidad total con versiones anteriores del protocolo. Una combinación que, según explica, no es casual, sino fruto de años de diseño modular, abstracción de interfaces y una cultura de pruebas rigurosa. Gracias a este enfoque, las ciudades y los operadores pueden confiar en que sus sistemas seguirán siendo interoperables incluso en entornos dinámicos y con múltiples proveedores.

Por su parte, Hanno Baumgartner, cofundador de esave ag, destaca que la certificación simultánea de su plataforma de gestión central (CMS) y su pasarela ODN refuerza la apuesta de la compañía por la eficiencia energética y las tecnologías abiertas e independientes del proveedor. Baumgartner considera que el estándar TALQ encarna plenamente estos valores, al ofrecer un marco común que permite a las ciudades desarrollar infraestructuras energéticas más sólidas y eficientes, basadas en la colaboración entre distintos fabricantes.
Finalmente, Mariusz Ejsmont, director técnico de LUG Light Factory, pone el acento en la seguridad y la escalabilidad como ejes estratégicos del futuro urbano. Subraya que la integración del protocolo TALQ con la norma internacional ISO 27001 constituye una respuesta directa a las crecientes demandas de interoperabilidad y ciberseguridad. En su opinión, el alumbrado público está evolucionando hacia una plataforma de servicios y transmisión de datos, y los estándares abiertos resultan esenciales para garantizar su integración con otros sistemas urbanos, minimizar el riesgo de dependencia tecnológica y cumplir con normativas como la Directiva europea NIS-2.
Estas tres visiones coinciden en un mismo punto: la interoperabilidad no es solo un requisito técnico, sino un principio estructural sobre el que construir la transformación digital de las ciudades.
Imágenes: TALQ Consortium

