No es ningún secreto que la explosión de conectividad provocada por el advenimiento de la Internet de las Cosas (IoT) también está afectando a la industria de la iluminación – hasta tal punto que constituyen lo que muchos llaman una «segunda revolución de iluminación».
La primera revolución de la iluminación, por supuesto, fue introducida por los LED – que, debido a su facilidad de integración con la microelectrónica, como interfaces de red y sensores, han ayudado a hacer una segunda revolución posible, la de Smart Lighting o Iluminación inteligente.
Los líderes de la industria de iluminación e informática se han dado cuenta de la realidad, de lo que se necesitará para llevar a cabo esta segunda revolución de iluminación, de manera que han puesto todo su enorme potencial, a pleno rendimiento.
A mi juicio, el ingrediente más importante que se necesita, sin duda, es la colaboración transversal. Desde smartLIGHTING, como saben, estamos organizando un evento: exilum. exilum pretende ser catalizador y convocador. Un evento en el que tanto los participantes como los asistentes estén dispuestos a compartir información, a medida que consulten, hagan referencias y se reconozcan en su proyectos y casos de éxito. Queremos que sea una buena apuesta con casi diría, un único objetivo: que aquellos que no conozcan las nuevas tecnologías y los mejores servicios estén bien informados al final.
Aunque la iluminación conectada tiene aún mucho trabajo por delante para su despegue, es alentador ver tantos signos de progreso. Uno de esos signos son las frecuentes discusiones animadas, y que son, digamos “típicas” con las tecnologías emergentes en un momento en que se comienza a «apostar» en el enfoque que cada profesional piensa que acabará ganando.
Por ejemplo, hay quien piensa lo positivo de estandarizar un protocolo de comunicación bidireccional como DALI (interfaz de iluminación direccionable digital) para conectar controladores de iluminación en red externos con farolas LED, dada la madurez de DALI y su historial probado. Hay otra corriente que piensa que DALI es un buen punto de partida para la conectividad dentro de la luminaria, a pesar de los desafíos que todavía existen al usar DALI para un control en redes más amplias. También están los que, cuando se trata de comunicaciones entre luminarias apuestan por conexión vía Bluetooth. Lo que está claro es que aun apostando en diferentes líneas todos los profesionales con los que hablo a menudo parecen estar de acuerdo en que la iluminación conectada interoperable sea un hecho.
¿Cuáles son la combinación de propuestas de valor en iluminación conectada que serán atractivas en el mercado?
Mientras que algunos creen que los sistemas que ofrecen una serie de buenas estrategias de control de la iluminación utilizando para ello componentes que sean fáciles de configurar y por su puesto interoperables, con ellos podría marcar, otros no son tan seguros, señalando que es difícil a veces, que el coste de un sistema de control se justifique en muchas instalaciones únicamente por el ahorro de energía proporcionado por las estrategias de control de iluminación. Si ese es realmente el caso, hay que ver la forma de añadir valor. ¿Quizás únicamente dirigidas a instalaciones específicas?
¿Y que me dicen del nuevo concepto que ya empieza a sonar con fuerza? «iluminación como servicio» o “Lumen as a service” del cual ya publicamos un artículo en nuestro medio.
La iluminación como servicio convierte el modelo de negocio convencional en su cabeza, esencialmente eliminando las inversiones de capital y los costes iniciales para los clientes, haciendo que la iluminación sea un servicio que se paga periódicamente, como un servicio de seguridad facturado mensualmente y que es proporcionado por las empresas que poseen y mantienen el hardware.
Si bien estaba claro que muchos en la industria de hecho están comenzando a «hacer sus apuestas», es igualmente claro que todavía hay muchas incógnitas. Por ejemplo, en el tema de ciberseguridad. El enfoque general es que hay un compromiso cada vez mayor de tomar la ciberseguridad muy en serio y que el mejor enfoque es proactivo que incluye resiliencia y recuperación, y que aprovecha la experiencia y el alto nivel de experiencia que se ha desarrollado a lo largo de los años para otras industrias que ya sufrieron una revolución «conectada». Tales revoluciones vuelven las industrias al revés, y eso es lo que está a punto de ocurrir en la industria de la iluminación.
¿Cuáles son las perspectivas de los usuarios?
Los usuarios deberían de asumir un papel más activo en la exploración y definición de necesidades. Por ejemplo, he leído hace poco sobre el proyecto de la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón, en la que esta organización inicio un proceso de diseño para un nuevo edificio que reunió a las diversas organizaciones para determinar sus necesidades de interconexión. En general, los procesos que reúnen a las diversas partes interesadas dentro de una institución e identifican problemas comunes y discuten soluciones desde todas las perspectivas, obteniendo un alto potencial para generar necesidades que podrían convertirse en especificaciones. Es probable que estos varíen mucho de un segmento de cliente a otro. Los usuarios a menudo necesitan ayuda para articular sus necesidades, lo que puede enredarse en sus suposiciones sobre lo que se puede y no se puede hacer. Creo que en este sentido apenas hemos arañado la superficie de entender esas necesidades y cómo la iluminación conectada puede llegar a ellos. Bueno, si les digo que exilum es una buena oportunidad para llegar…a los que tienen necesidades y necesitan soluciones.