En San Cugat del Vallés (Barcelona) se encuentra el edificio SLOW BUILDING BARCELONA, de 9 plantas y una cubierta ajardinada de 700 m2, diseñado por el despacho de arquitectura Bailo Rull y la gestora de proyectos de edificación HAUS HEALTHY BUILDINGS, especialista en incorporar y maximizar todos aspectos ligados a salud y sostenibilidad, que se definen a sí mismos como “creadores de un concepto de espacio saludable. Un espacio que respira aportando bienestar a los usuarios. Un espacio más habitable que mejora la vida y la salud de las personas”.
Desde la concepción del proyecto, el eje vertebrador del mismo siempre fue crear un espacio que contribuyera a la salud, al confort y al bienestar de las personas, el compromiso con la ciudad y el medio ambiente. Haciendo hincapié sobre la calidad del aire y el agua, el confort térmico, acústico y lumínico, el tratamiento de ondas y campos electromagnéticos, así como una cuidada elección de los materiales, ya no como elementos meramente estéticos sino como garantes de bienestar.
Dentro de este enfoque integrador e innovador, cabe destacar la solución lumínica utilizada en SLOW, desarrollada conjuntamente por los equipos del departamento técnico y de asesoría lumínica de Lamp y el área de salud y sostenibilidad de H.A.U.S Healthy Buildings. Fruto de un trabajo colaborativo, el primer paso fue sentar las bases de las necesidades lumínicas y proceder a elaborar un profundo conocimiento de cómo y quién sería el usuario de este espacio.
La premisa más importante era la de proporcionar un sistema de iluminación integradora, óptimo para cumplir con los requisitos de las actividades cognitivas-visuales, socio-emocionales y fisiológicas del usuario, a la vez que cumplir con los más altos estándares energéticos. Para ello se seleccionó una tecnología de iluminación dinámica LED, con variabilidad en temperatura de color y la opción de tener un espectro optimizado para la mejor activación circadiana, incorporando así el resultado de las investigaciones sobre el ciclo circadiano de los doctores Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young, distinguido con el Premio Nobel de medicina en su edición de 2017, y que muestra como la luz actúa como uno de los principales estímulos para sincronizar nuestro “reloj biológico interno” regulando ciclos vitales como el del sueño, la liberación de ciertas hormonas, el comportamiento alimenticio, la temperatura del cuerpo e incluso la presión sanguínea.
De esta forma la iluminación, que utiliza luminarias modelo FIL 45 Opal Confort, además de ir cambiando de tonalidad, de blanco frío a blanco cálido en función de las horas del día, para sincronizar la luz artificial con el aporte de luz natural, también asegura unos niveles adecuados de lux melanópico (EML) y estímulo circadiano (CS) durante las primeras horas del día, lo que permite una mejor concentración y activación. A medida que el día va avanzando, esta estimulación va bajando para facilitar la generación de melatonina a través de una luz más cálida y un espectro lumínico adecuado para favorecer el descanso de los usuarios. De esta manera, la máxima preocupación de generar bienestar en el usuario, traspasa la barrera del propio edificio SLOW para influir en la medida de lo posible en el bienestar de los usuarios una vez que han abandonado este espacio.
Además de esta programación diaria, la iluminación permite configurar ciertas escenas para momentos puntuales, de actividades específicas creando un entorno que fomenta las relaciones personales y con el espacio.
El confort lumínico, que evita la fatiga visual, las cefalopatías y la falta de concentración, es asegurado a través de una correcta estrategia de contrastes lumínicos y, sobre todo, un control del deslumbramiento gracias a los sistemas ópticos diseñados por y para las luminarias FIL 45 Opal Confort de Lamp, que se componen de un difusor técnico que maximiza la eficiencia, y la uniformidad lumínica y mantiene niveles de deslumbramiento bajos (UGR<19).
El edificio cuenta con 2.300 m2 de fachadas, el 70% de las cuales son traslucidas a la luz natural permitiendo que 4.800 m2 de los 7.000 m2 totales tengan en algún tramo horario del día luz natural directa, que en cualquier caso puede controlarse con las celosías dispuestas en las ventanas de la fachada sur.
Además de todos los aspectos relacionados con el confort lumínico, el Slow Building Barcelona se convertirá, tras su inauguración en septiembre 2021, en referente por el trato que ha hecho de aspectos relacionados con la salud y la sostenibilidad.
En todos y cada uno de los capítulos de salud, SLOW incorpora estrategias para maximizar el confort, no solo lumínico, sino térmico, acústico, de calidad del aire y el agua, minimizar cualquier tipo de toxicidad física, derivada de la presencia de campos y ondas potencialmente nocivas.
SLOW BUILDING también cuenta con diversas certificaciones que muestran su excelencia en términos de sostenibilidad:
- Certificación DGNB Gold;
- Certificación energética A;
- Edificio NZEB / ECCN, near Zero Energy Building o edificio de consumo casi nulo;
- Certificación HHB que mide y certifica el grado de inocuidad y salud del edificio;
Fuente de imágenes: LAMP